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El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que no cancela la reforma energética porque con eso demuestra que no actúa de manera autoritaria o como un dictador, pero sobre todo, porque quiere hacer ver que sus impulsores no sólo fueron “corruptos, sino ineficientes”, por lo que les exigió una disculpa pública a México.

“Queremos demostrar que además de otras cositas, son muy ineficientes, porque hasta se ufanan de ser buenos técnicos, hay algunos que hasta se sienten científicos, y la verdad están como para mandarlos a parvulito”.

En Palacio Nacional, durante su conferencia de prensa matutina, el titular del Ejecutivo federal recordó que sus adversarios políticos decían que si ganaba la Presidencia, iba a confiscar bienes y cancelar contratos, pero nada de eso va a hacer, dijo.

“En el caso de la reforma energética, lo que queda de manifiesto es que fue un fracaso, estoy esperando a que los defensores de ésta hagan un ofrecimiento de disculpa al pueblo de México”.

Recordó que los impulsores abrieron el sector al capital privado y las empresas extranjeras “bombardearon” con opiniones de que la reforma iba a ser la salvación de México, pero fue un rotundo fracaso.

“Esto no es un asunto ideológico, decían que para estos días íbamos a estar produciendo 3 millones de barriles diarios [de petróleo] y se extraen un millón 760 mil barriles diarios, como 42% menos de lo estimando, si eso no es un fracaso, qué lo es, es una gran mentira”.

No obstante, dijo que su gobierno tiene un plan para detener la caída en la extracción petrolera y adelantó que lo presentará este fin de semana.

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