Por iniciativa de un grupo de laicos católicos, defensores de derechos humanos y miembros de la sociedad civil, se realizó un acto de desagravio y reparación en el que los feligreses oraron por México.
Derivado de los sismos del pasado 7 y 19 de septiembre, miembros de la Iglesia católica encabezados por el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, quien ofició una misa en el Estadio Azul, llamaron a unir al país para estar bien con Dios y reconocer las lecciones aprendidas por las pérdidas materiales y humanas que dejaron ambos desastres.
Luego de la eucaristía, los asistentes emprendieron una procesión desde el estadio hasta la iglesia del Purísimo Corazón de María, en la calle de Gabriel Mancera.
cfe