Se les dio la oportunidad de hablar. Y ya. Tras desechar uno a uno los recursos, propuestas, reservas y argumentos que presentaron los senadores de la oposición, la mayoría de Morena y el PT , y el de reciente creación PES , en el Senado de la República cumplieron sin miramientos ni culpas la primera parte de lo que desde 2013 habían prometido: la extinción del componente eléctrico de la reforma energética.
Primero, a los opositores se les envió el dictamen ya como iba; se canceló el Parlamento Abierto que había negociado el PVEM con Ricardo Monreal , presidente de la Jucopo; se les negó presentar sus reservas en comisiones; y finalmente se acotó a 3 minutos, su oportunidad de protestar y argumentar. El documento se aprobó por mayoría y pasó al Pleno. Y eso que sólo fueron las comisiones del lunes.
Ayer martes, en una sesión en la modalidad a distancia, las cosas no mejoraron para el bloque opositor ( PAN-PRI-PRD y MC ) que, antes de sonar la campana que anuncia el término de una sesión del Pleno, recibió con sorpresa la nueva decisión de la mayoría: una sesión vespertina, el mismo día, sólo una hora después de que terminara la anterior. En la gaceta parlamentaria se inscribió el epitafio de una parte fundamental de la reforma energética peñanietista : “(Dictamen) que contiene proyecto de decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley de la Industria Eléctrica”.
La suerte estaba echada y la discusión perdida.
“Hoy es una jornada negra para la vida del Senado, la mayoría se impone sin razones y por consigna. El desconocimiento de la construcción de acuerdos elementales para procesar nuestras diferencias es el desconocimiento del parlamentarismo. Resulta penoso que, bajo la conducción de la mayoría, el Senado carezca de voluntad propia.
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Ceder las formas y los procedimientos de una cámara plural a los tiempos presidenciales es rechazar la pluralidad democrática legítimamente representada en este Senado”, argumentó Claudia Ruiz Massieu (PRI).
Pero no fue una batalla nueva y con claridad lo hicieron saber los legisladores de la mayoría y en específico el líder de la bancada, Monreal Ávila quien recordó la humillación de 2013, cuando menos de 20 legisladores votaron en contra de la reforma energética, la joya de la corona de las llamadas reformas estructurales que promovió la administración del priísta Enrique Peña Nieto .
“No debe extrañarle a nadie: eso lo planteamos desde 2013, la lucha que emprendimos desde entonces era para esto. La gente votó para hacer posibles estas reformas. No titubeo, no me siento mal en consciencia. Advertimos que si llegáramos a ser mayoría, revertiríamos”, dijo.
La oposición criticó y se burló de Morena porque en lugar de escuchar a especialistas y representantes de cámaras empresariales , siguieron las instrucciones del presidente López Obrador . Los morenistas respondieron sin empacho: “sí”.
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“No representamos compañías, patentes, marcas ni propietarios. Pueden decir que vamos a cumplir con una orientación del presidente pero nunca que cumplimos orientaciones de Odebrecht e Iberdrola”, respondió Martí Batres Guadarrama .
“A la oposición nos trituraron, a la oposición nos pisotearon, a la oposición nos ignoraron. Es muy sencillo revisar que en aquel tiempo la mayoría no nos escuchó; la mayoría nos ignoró, la mayoría nos humilló. Nosotros no, simplemente cumplimos con un propósito que nos planteamos”, agregó Monreal.
El legislador recordó que esto, que ahora se le critica a Morena, lo hicieron ellos cuando fueron mayoría y que hoy, entre todos los opositores, solo acumularon 58 votos. La victoria para la mayoría fue holgada, y la política, una rueda de la fortuna.