Por segundo día consecutivo, comunicadores, funcionarios públicos, académicos, políticos, activistas y expertos en comunicación se dieron cita en el foro nacional “ Reputación, verdad, redes sociales y derechos humanos ”, convocado por la Academia Mexicana de la Comunicación (AMDC) y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Al evento acudió la secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero , para dar un mensaje donde dijo que el gobierno está alineado con la declaratoria contra el discurso de odio emitido por el representante en México del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde exhortó a los Estados para que incidan en funcionarios y figuras públicas para erradicar los discursos de odio.
“Este gobierno está convencido que la mejor manera de contrarrestar los discursos de odio es con la libre expresión de las ideas”, aseguró la titular de la Segob.
Agregó, “uno de los peligros del discurso de odio, lo sabemos, es que éste pueda ser manipulado para fines político-electorales, también que pueda sembrar violencia contra grupos de personas de forma incontrolable”.
Como apertura de la jornada se dictaron las conferencias por parte del abogado y analista político, Diego Fernández de Ceballos y del académico José Octavio Islas Carmona , director del doctorado en Comunicación y Cultura de la Universidad Central del Ecuador.
Más tarde, la mesa “ Linchamientos mediáticos y discursos polarizantes ”, contó con la participación de la periodista y analista político María Amparo Casar , donde aseguró que “los funcionarios públicos deben tener un código conductual distinto por el impacto que tienen sus comentarios ante la opinión pública ”.
Marco Levario Turcott
, director de la Revista Etcétera , avaló la postura de Casar ya que aseguró que en efecto los funcionarios deben de tener ordenamientos distintos para ejercer la crítica. Por su parte, Gabriela Warkentin de la Mora , académica y periodista, sostuvo que las redes sociales obligan a una nueva convivencia y por ende tiene nuevas reglas, también coincidió en que “no todas las opiniones tienen un peso igual, no es lo mismo un tuitero que tiene seis seguidores a otro con miles de ellos, el impacto de su opinión es completamente distinto”.
En la discusión también participaron, el político Fernando Belaunzarán Méndez y la moderación del segmento estuvo a cargo de Leonardo Curzio.
El análisis desde el enfoque jurídico estuvo a cargo de Ernesto López Portillo , quien moderó la mesa “ La impartición de justicia y la justicia de las redes sociales ”, donde los ministros en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Guillermo I. Ortiz Mayagoitia y Margarita Luna Ramos.
Luna Ramos aseguró que actualmente no se puede imaginar un mundo sin la Red Global , donde el teléfono pasó de ser un medio de comunicación para convertirse en una herramienta de trabajo indispensable.
La abogada hizo un breve recuento de la resolución de la SCJN sobre el único caso discutido en la Corte sobre una controversia donde implicaba las actividades de un funcionario público a través de las redes sociales y su obligación de abrir al escrutinio público su actuación.
Luis de la Barreda Solórzano, coordinador del Programa Universitario de Derechos Humanos (PUDH) de la UNAM, por su parte, narró el caso de unos inculpados y cómo mediante una recomendación de la entonces Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y el uso de redes sociales fue posible que un juez dictara su libertad.
“El buen juez se basa en las pruebas, para comprobar cierta verdad, cierta hipótesis, en derechos no basta con que un hecho haya sucedido, sino que se compruebe que sucedió.”, manifestó.
La magistrada Luna asentó que “hay muchas situaciones que pueden influir en un juzgador no solo los medios de comunicación y las redes sociales. Las influencias externas sólo pueden ser válidas si hay indicios en los expedientes”, enfatizó.
En tanto que el ministro Ortiz Mayagoitia concluyó que “los juzgadores no debe ver cantidades ni nombres en los asuntos, el juez debe preservar su capacidad objetiva que da la ley”.
El segmento “ Crisis de credibilidad: rumores, fake news y posverdad ”, fue moderado por el director de la Fundación Ealy Ortiz, AC y presidente consultivo del AMDC Enrique Bustamante Martínez .
Javier Esteinou Madrid
, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), en su participación aseguró que un estudio de la Universidad de Oxford pone a México como el segundo país a nivel mundial, donde más noticias falsas se propagan.
Agregó que, “en México el pensamiento crítico se remplaza por el fanatismo y se impulsa el discurso de la descalificación”.
Tere Vale
, periodista y comunicadora, dijo que la fake news más grande de todos los tiempos ha sido la supremacía racial de la raza aria y Daniela Mendoza Luna , académica y directora general de Verificado MX , refirió con datos de una encuesta a nivel nacional que el 38% de las personas mayores de 18 años no creen en los medios de comunicación.
La investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), María Cristina Rosas aseguró que las noticias falsas han sido usuales desde hace tiempo y eso comprueba que “ni los gobiernos, ni las empresas de comunicación tienen ya el monopolio de la información y los nichos de audiencias son muy amplios. La red, agregó, “tiene reglas de gobernanza, sólo hay que perfeccionarlas”.
En su intervención, Tatiana Clouthier , diputada federal, manifestó que ella inicio con uso de redes sociales con la idea de construir ciudadanía, pero dijo que las redes tienen una dualidad peligrosa pues “así como se construye ciudadanía se tumban gobiernos y al juego que juegues es al juego que te jugarán”.
“Las redes sociales y la censura a la prensa”, fue la mesa que cerró el foro, donde intervinieron los periodistas Rafael Cardona , Sergio Sarmiento y Carlos Alazraki Grossmann ; así como la representante de Reporteros sin Fronteras , Balbina Flores y el director general de Estrategia de la Coordinación de Comunicación Social de la Presidencia de la República, Jesús Cantú Escalante.
En la clausura del evento, Enrique Bustamante Martínez manifestó que el foro estuvo nutrido de diversas posturas que enriquecieron el debate sobre los temas y fue un gran ejercicio de libre expresión, que rebasó las expectativas.
cev