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alberto.morales@eluniversal.com.mx
El presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó el deceso del expresidente de Perú, Alan García, quien era investigado por autoridades de ese país por estar involucrado en el caso de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
“Lamento el suicidio del expresidente de Perú, Alan García, y todo alrededor del caso Odebrecht”, escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.
En ese mismo mensaje el Presidente señaló que la corrupción “es la nueva peste del mundo”.
“El neoliberalismo unió los negocios privados a los públicos”, dijo.
Para el titular del Ejecutivo federal es urgente separar el poder económico del político, “que el gobierno represente a todos”.
El miércoles pasado, el presidente López Obrador llamó a las dependencias federales a cuidar que en los proyectos y obras de infraestructura no se elija a empresas como la constructora brasileña Odebrecht, involucrada en el mayor escándalo de sobornos del continente.
“No queremos casos como los de Odebrecht, fíjense el daño que causa una empresa de esa naturaleza, que ha acabado con gobiernos y tiene en la cárcel a presidentes”, dijo ese día durante su conferencia de prensa matutina.
Las declaraciones del mandatario se dieron minutos antes de que se conociera que el expresidente de Perú, Alan García, había fallecido tras dispararse en la cabeza para evitar ser detenido por su probable participación en el caso Odebrecht.
Despachos de agencias informativas señalan que el exmandatario peruano se disparó cuando la policía de ese país llegó a su domicilio para arrestarlo como parte de la investigación por el esquema de sobornos que realizó la constructora brasileña a cambio de contratos de obra pública en toda América Latina.
López Obrador insistió en que se debe cuidar qué tipo de empresas participan en los proyectos y obras de infraestructura: “Las empresas hay que cuidarlas porque tenemos las obras del tren de Toluca, lo del Metro de Guadalajara, en Pemex y CFE [hay] también un tiradero de obras inconclusas; en Conagua, presas y canales; en Salud hay hospitales que sólo inauguraban las fachadas y adentro [estaban] como escenografía de películas, la parte interior estaba en obra negra”.
Recordó que en el caso de la nueva refinería de Dos Bocas, en Tabasco, fueron criticados porque sólo invitaron a cuatro empresas de manera directa: “Si se abre y entra cualquier empresa y resulta que nos queda mal, como ha sido la costumbre, y no se termina la obra en tres años, o ni siquiera en el sexenio, y no cuesta 8 mil millones de dólares, sino 15 mil millones de dólares, se acaba todo nuestro prestigio”.
Señaló que en ese escenario “los conservadores” y los fifís harían una fiesta y hasta un brindis.