El subsecretario de Relaciones Exteriores para América del Norte, Jesús Seade, aseguró que los inspectores laborales aprobados por Estados Unidos en el marco del T-MEC no fue “un gol” por parte de Washington.

Se trató, explicó, de un tema de legislación interna en la Unión Americana.

Justificó que la propuesta la hizo Estados Unidos porque de todos los temas que empujaron en la negociación, ninguno les salió, por lo que buscaron presentar algo de manera amigable hacia sindicatos y otros sectores en la Unión Americana.

Seade Kuri explicó a diplomáticos, en el marco de la XXXI Reunión de Embajadores y Cónsules de México acreditados en el exterior, lo que fue el diálogo para pactar el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Al referirse a los inspectores laborales, tema que generó polémica, advirtió que no podrán meterse a empresas o fábricas, con el objetivo de supervisar.

En este rubro, añadió el subsecretario, van a trabajar con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).

“Los agregados laborales salieron en su legislación [de Estados Unidos]. Eso de que los iban a nombrar en México es algo que ellos hacen, por supuesto, porque de los temas principales que políticamente empujaron ni uno les quedó.

“Es muy natural que busquen cómo presentar lo que sí quedó en la forma más amigable a sindicatos de Washington y otros”, dijo.

Los agregados laborales, indicó, que van a trabajar con la Secretaría del Trabajo, que la dependencia solicitó y aceptó, no son inspectores, no pueden ir a meterse a empresas o fábricas”.

Para todo ello, añadió, hubo una interpretación jurídica que crea compromiso legal de que estos no harán labores de inspección.

Sin embargo, alertó que en caso de anomalías, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) podrá negar la entrada a estos agregados.

Jesús Seade resaltó que si bien fue una negociación dura, en la revisión de lo que fue el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), ahora T-MEC, México no dio nada a cambio para que éste quedara.

Para el país, detalló, fue una negociación muy dura basada en la razón, la justicia y el entendimiento.

Además, agregó, conforme avanzó más el tiempo se volvió esencial para Estados Unidos, políticamente hablando, dar resultados sobre el convenio.

“Ellos necesitaban el acuerdo tanto como nosotros. Estuvimos en igualdad de condiciones, no hubo ni un solo gol, eso hubiese sido inaceptable”, aseveró.

El subsecretario para América del Norte explicó que únicamente hubo un negociador, en el caso de México fue él, porque no se trató de crear un nuevo acuerdo comercial, fue una revisión en la que se tuvieron simplemente que marcar límites.

Uno de los mayores logros, puntualizó, es el tema de la solución de controversias, que resulta excelente para México y Canadá.

“Es impensable no tener un sistema”, indicó.

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