El comisionado Joel Salas Suárez del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) ordenó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a entregar los nombres de las instituciones y montos utilizados para integrar el reporte "saldos relacionados con la deuda de la banca de desarrollo y de los fondos de fomento y fideicomisos reportados por la Secretaría de Hacienda para el cierre del ejercicio fiscal anterior".
La instrucción se dio a conocer luego de que SHCP informara que la Subsecretaría de Hacienda y Crédito Público y la Procuraduría Fiscal de la Federación no cuenta con la información requerida por un solicitante.
El sector de banca de desarrollo y entidades del fomento está integrado por sociedades nacionales de crédito, así como por las entidades de fomento representadas por los fideicomisos públicos del fomento económico con actividades financieras y organismos de fomento supervisados por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
“Dicho sector tiene como objeto facilitar el acceso al financiamiento a personas físicas y morales, así como proporcionarles asistencia técnica y capacitación en los términos de sus respectivas leyes orgánicas o estatutos constitutivos” aseguró el comisionado Salas.
Son instituciones de desarrollo: BANOBRAS, BANCOMEXT, Sociedad Hipotecaria Federal, BANJERCITO y en julio pasado, el gobierno federal creó el Banco del Bienestar cuya denominación anterior fue BANSEFI .
“Estas instituciones son fundamentales para resolver los problemas de acceso a los servicios financieros y mejorar las condiciones de las MIPyMES, infraestructura pública, vivienda para familias de bajos recursos y el financiamiento a los productores rurales de ingresos bajos y medios” refirió Salas Suárez.
Por otra parte, los fideicomisos de fomento económicos con actividades financieras tienen como finalidad principal la realización habitual y profesional de operaciones de crédito, por lo que también forman parte del sistema bancario; entre ellos se incluyen el FOVI, el FIRA, el FOCIR, el Fondo de Fondos y el FIFOMI.
Con respecto a la revisión de la Cuenta Pública, la Auditoría Superior de la Federación (ASF), identificó que entre el 2012 y el 2017 el saldo de la deuda bruta de la banca de desarrollo creció en 1.1% a 1.7% del PIB.
El 60% de esa deuda fue externa, cuyo riesgo es mayor al estar vinculada a variaciones de tipo de cambio, mientras que el restante 40% fue de deuda interna.
La auditoría confirmó que la información de la deuda de la banca de desarrollo por tipo de usuario no es pública, por lo que tuvo que solicitar la información al sujeto obligado (a la Secretaría de Hacienda), así como lo está está haciendo el solicitante que interpuso el recurso de revisión ante el INAI.
La falta de información propició que la ASF hiciera una recomendación específica para mejorar la transparencia y la rendición de cuentas sobre el uso del endeudamiento en cada ejercicio fiscal.
En sus conclusiones Joel Salas señaló que “la información pública sobre la deuda de la banca de desarrollo y los organismos de fomento servirá para que autoridades y población evalúen la gestión financiera de cada una de estas instituciones”.