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Desde que ganó las elecciones, Andrés Manuel López Obrador ha ocupado la mayoría de la cobertura mediática, casi como si fuera por diseño. Se ha caracterizado por siempre dar de qué hablar sin importar si sus temas son positivos, neutros o negativos. Octubre no fue la excepción, generó 72% de la cobertura, mientras Enrique Peña Nieto apenas ocupó 28%, una diferencia abismal. En términos sencillos, Peña Nieto dejó de ser nota desde que su partido perdió las elecciones. López Obrador y su equipo supieron capitalizar el vacío mediático y lograron imponer la agenda desde julio a la fecha.
Poco seguimiento mediático se dio a los temas del presidente Enrique Peña Nieto en octubre. El principal tema de EPN fue el acuerdo comercial al que llegaron México, Estados Unidos y Canadá; dicho asunto representó 21% de su cobertura mediática. Ofreció un mensaje por la caravana migrante y se reunió con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo. También recibió a José Ángel Gurría, secretario General de la OCDE. Peña Nieto encabezó la Semana Nacional de la Transparencia, los 25 años de la Autoridad de la Competencia y entregó el Premio Nacional de la Juventud. El ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Eduardo Medina Mora, admitió la suspensión contra la investigación de EPN y su gabinete por el “caso Chihuahua”; este tema representó 5% de su cobertura en octubre. Además, felicitó a Jair Bolsonaro por su triunfo en las elecciones en Brasil.
Vemos cómo Enrique Peña Nieto pareciera ser un “maestro de ceremonias”, pues en octubre inauguró, estrenó y encabezó distintos actos que a la gran mayoría del país parece no importarle; esta fue su tónica durante los últimos cinco meses de su gobierno. López Obrador y su equipo supieron capitalizar todos los espacios mediáticos que resultaron “vacíos”, como el famoso “juego de la sillas”.
De julio a octubre, Peña Nieto generó 36% de su cobertura mediática frente a 64% de López Obrador. Mediáticamente hubo un claro ganador y un perdedor…
