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Alfredo Cristalinas, ex titular de la Unidad Técnica de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral, advirtió que el sistema de verificación de gastos de partidos puede “tronar” rumbo a 2018 si permanecen las fallas y la intromisión de los consejeros.
Explicó que el modelo está rebasado porque la capacidad operativa de la unidad no es la adecuada para el trabajo que tiene que hacer en el corto tiempo previsto.
Acusó que el consejero Ciro Murayama realiza intromisiones irregulares en el trabajo del grupo, lo que entorpece los procesos. “El órgano técnico no te puede ayudar si no lo dejas hacer su trabajo, a partir de intromisiones prohibidas de ciertos consejeros en el trabajo de la unidad, a partir de la forma en la que interpretan, [el proceso de fiscalización] no funciona y puedo señalar directamente al consejero Ciro Murayama, que ha estado metido en esto”, enfatizó.
El ex funcionario fue encargado de revisar los gastos de campaña de la elección presidencial de 2012. Refirió que en el INE se han preocupado por dar un mensaje mediático que abandona los principios técnico, financiero y de auditoría, de las mejores prácticas de revisión.
“No me preocupa la volumetría, sino el corto tiempo que tienen para hacer los procesos de fiscalización; sin embargo, además que no respetan el debido proceso, porque eso lo hemos visto”, declaró.
Ejemplificó que en el instituto han construido el rebase de tope de gastos a partir de la imputación de gastos con precios de hasta 500% más del valor del mercado, lo que resulta incorrecto.
Indicó que a un partido le detectan cierta evidencia para que conteste y si se ven rebasados no valoran la respuesta y vuelven a imputar en el segundo oficio de resoluciones, dejando que el partido político haga el trabajo del auditor.
El ex funcionario electoral apuntó que si se leen con cuidado los mensajes políticos que se generan en torno a la tarea de fiscalización que realiza el INE, se tendrá la idea de que los partidos políticos tienen la intención de “engañar a la autoridad”, que en cambio la autoridad es la buena, ellos hacen bien su trabajo y los partidos son los malos.
“El daño que le están haciendo a la credibilidad de la fiscalización es irreversible, deberían estar trabajando más en un programa de promoción de cumplimiento voluntario de las disposiciones que en un modelo coercitivo”, sostuvo.
Agregó que no han podido advertir que el problema es conductual. El tema de la revisión de los gastos se volvió riesgoso y en lo que deberían poner el énfasis es en la identificación de las conductas, a fin de revertir el incumplimiento para generar incentivos de cumplimiento voluntario. “La función de fiscalización no está sobrerregulada, basta con que cumplan la regulación.
“La fiscalización no nada más se hace bien si se hace rápido. Es buena si detrás de la fiscalización o junto hay una promoción del cumplimiento voluntario”, puntualizó.
Cristalinas Kaulitz presentó su renuncia en febrero de 2015 tras una crisis en la que los partidos se levantaron de la mesa del Consejo General por la discusión del dictamen que sancionaba a Movimiento Progesista y a Andrés Manuel López Obrador por rebase de tope de gastos de campaña.
El especialista en temas fiscales y electorales agregó que 2018 representa un gran reto para el INE en la materia rumbo a una efectiva rendición de cuentas.
Argumentó que no se debe ver al modelo de fiscalización aislado, sino como un conjunto que empieza con el registro de operaciones, la rendición de cuentas, comprobación, la imposición de las multas y la transparencia del gasto.
Alfredo Figueroa, ex consejero electoral, explicó que se había advertido que el proceso de fiscalización es insuficiente y disfuncional a los desafíos del país.
Refirió que constituye un elemento a revisar por qué Ciro Murayama vuelve a la presidencia de la Comisión de Fiscalización, si el modelo de rotación debe ser el más adecuado.
“Me parece muy extraño porque la idea es que haya un proceso de rotación, no resulta apropiado y debe revisarse”, concluyó ex consejero electoral.