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Con la advertencia de que el escándalo de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht —uno de los más graves en la historia de América Latina y el Caribe—, apenas empieza a ser develado, fiscales y procuradores de América, incluido México, lanzaron ayer en Panamá un intento mancomunado con Suiza para tratar de destapar los entretelones judiciales del caso de la gigantesca operación internacional de blanqueo de dinero.
El fiscal general de Ecuador, Carlos Baca Mancheno, alertó que “la trama de corrupción de Odebrecht está apenas empezando en América Latina. Hay que entender desde un principio que este no es un proceso común, es un proceso complejo”, por lo que pidió la cooperación multilateral para desarticular las “cortinas societarias” usadas para esconder la ruta de los sobornos de Odebrecht.
“Estados Unidos, Brasil y Suiza son los principales países que pueden proveer la información”, añadió, en una conferencia de prensa en la que ayer se congregaron fiscales y procuradores de México, Panamá, Ecuador, Perú, Colombia, Guatemala, Argentina, El Salvador, Portugal y Suiza para evaluar mecanismos de colaboración que permitan destapar todo el escándalo que involucra a la compañía. Por México, participó el subprocurador Felipe de Jesús Muñoz.
La firma brasileña está en el corazón de un sofisticado aparato de sobornos para ganar multimillonarios contratos de construcción de obras públicas que traspasó las fronteras de Brasil y penetró poderosos estratos estatales, gubernamentales, políticos y económicos en 10 países de América Latina y el Caribe, en uno de los más graves escándalos mundiales de enriquecimiento ilícito.
La cifra inicial de sobornos pagados por la megaconstructora fue establecida en diciembre de 2016 por el Departamento de Justicia de EU en, al menos, 788 millones de dólares en Argentina, Brasil, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, México, Panamá, Perú y Venezuela (además de Angola y Mozambique). Washington aseguró que es el “mayor escándalo” de sobornos en el extranjero de la historia.
Los delegados sostuvieron reuniones bilaterales con el fiscal general de Suiza, Michael Lauber, para el intercambio de datos e informes acerca de la asistencia judicial de ese país en la investigación del entarimado de Odebrecht.
Al respecto, la panameña Kenia Porcell, procuradora general de Panamá, explicó que Brasil, Suiza y EU “reciben mucha asistencia internacional. Son los únicos que pueden dar respuesta. Es imposible que una investigación de la magnitud de [la que involucra a] Odebrecht sea instruida en los plazos comunes. Esta es una investigación de carácter internacional y de alta complejidad, en la que es importante la adecuación de los plazos para investigar”.
Por su parte, el peruano Pablo Sánchez, fiscal de Perú, dijo que hay un compromiso regional para crear un frente común y que “estamos fuertes contra la corrupción y el blanqueo. Nosotros podemos más que la corrupción y el lavado de activos”.