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Al limar diferencias políticas y hasta despedirse con abrazos, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, presentó a gobernadores su plan para blindar jurídicamente el programa fronterizo para evitar que empresarios se aprovechen de las reducciones de impuestos y sólo domicilien sus empresas en los estados de la frontera norte.

En entrevista al concluir la reunión con 12 mandatarios del norte, centro y Bajío, el presidente electo detalló que también busca destinar 10 mil millones de pesos a un programa para la intervención prioritaria en 15 ciudades del país (cinco de la frontera norte, cinco de la zona centro y cinco con destinos turísticos de playa) para abatir los polígonos de pobreza de alta y muy alta marginación.

El objetivo es apoyar a ciudades con programas de vivienda, seguridad y desarrollo social. Entre los municipios se encuentran Ciudad Juárez, Tijuana, Chimalhuacán, Playa del Carmen, entre otros.

Los gobernadores aclararon que no hay diferencias políticas con el presidente electo. “No hay posibilidad alguna de que tengamos éxito los distintos niveles de gobierno si nos regateamos el apoyo”, dijo Javier Corral, gobernador de Chihuahua.

El gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, sostuvo que no hay rivalidades con López Obrador, “siempre nos hemos llevado bien, hasta nos dimos un abrazo”.

En reunión privada, pidió a López Obrador 16 mil millones de pesos de inversión compartida para proyectos de infraestructura, salud, seguridad y el rescate de trenes.

El plan fronterizo prevé blindar jurídicamente en la reducción de IVA e ISR, para que no se vaya a producir sólo un fenómeno de domiciliación de empresas en la frontera y que no tengan activos o compra de insumos en las ciudades fronterizas.

El plan denominado también Última Cortina se aplicará a partir del 1 de enero y busca reducir el ISR a 20% y el IVA de 16% a 8% en esa región del país.

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