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nacion@eluniversal.com.mx
Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador nombrara a Luis Linares Zapata, Norma Leticia Campos, José Alberto Celestinos y Guadalupe Escalante como nuevos integrantes de la Comisión Reguladora de Energía, especialistas del sector energético consideradon que se trata de comisionados a “modo”, lo que representa la pérdida de autonomía de este órgano regulador.
El mandatario adelantó que desde el miércoles por la noche envió al Senado los nombramientos con las propuestas que obtuvieron el mayor número de votos, pero no alcanzaron mayoría calificada: Luis Linares Zapata, quien obtuvo 65 votos; Norma Leticia Campos, 64; José Alberto Celestinos, 67, y Guadalupe Escalante, con 61 votos.
Consultados sobre esta decisión, expertos como Gonzalo Monroy, de la firma consultora Monroy Energy, aseguró que está surgiendo una CRE “capturada, tal cual, que responde muchísimo más a una cuota política que a decisiones técnicas independientes y fundamentadas”.
Se pone en riesgo no sólo la percepción, sino también la aspiración del piso parejo. “Eso es lo que hoy se sepultó” porque no queda claro cuáles van a ser las justificaciones que vayan a tomar los nuevos comisionados en sus decisiones.
Luis Miguel Labradini-Deveaux, socio de la firma Marcos y Asociados, señaló que el criterio que se utilizó para los nombramientos fue su alineación a la nueva administración y “a ello agregaría la lealtad al presidente, Andrés Manuel López Obrador”.
Ambos especialistas coincidieron en que la CRE con sus nuevos comisionados “está pensada para cobijar las decisiones que se tomen en Pemex, en el caso del mercado de petrolíferos, y en la CFE con toda la cadena productiva, desde la generación hasta la comercialización de energía eléctrica”.
La señal que mandan con estas designaciones es lo que pretende el Primer Mandatario: que tanto CFE como Pemex retomen su papel preponderante como ejes de la industria eléctrica y petrolera, y, en consecuencia, regresen a un momento en el que estas empresas no solamente eran empresas productivas, sino que también eran autoridad y también regulaban”, añadió Labardini-Deveaux.
“El Presidente quiere una economía mixta, pero con preeminencia de Pemex y CFE, y para ello requiere una CRE a modo, menos autónoma”, agregó.
Gonzalo Monroy detalló que el proceso por el cual se designó a los nuevos consejeros tiene muchas implicaciones por la “señal que se está mandando al mercado petrolero y eléctrico”.
“Bien o mal, la CRE era el garante de piso parejo, sobre todo cuando tienes empresas tan dominantes, ya no monopólicas, como es Pemex en el mercado de petrolíferos o en la parte de gas natural y electricidad CFE. Ahí necesitabas un órgano regulador independiente para que las empresas privadas extranjeras o nacionales pudieran invertir”, dijo.
Más aun, actualmente la comisión tiene 2 mil 339 reportes de incumplimiento de permisionarios o nuevos jugadores del sector energético que surgieron a partir de la reforma energética, los cuales está desahogando, lo que habla del papel que venía desempeñando este organismo.
Sobre el riesgo en éstos, Gonzalo Monroy señaló que “los que ya tienen contratos van a seguir avanzando, según las reglas del contrato, por más que el Presidente les diga que tienen que ponerse a producir. Es el dinero de sus accionistas y no van a ponerlo en riesgo por un Presidente que tiene fecha de caducidad en seis años”.
George Baker, de la consultora Baker y Asociados de Houston, dijo que “la falta de piso parejo puede ser freno para nuevas inversiones en el sector”.