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juan.arvizu@eluniversal.com.mx
Una mayoría rota en la Cámara Alta y una bancada del Partido Acción Nacional (PAN) atenta a solidarizarse si fuera necesario con su par en San Lázaro, que presiona por la presidencia de la Mesa Directiva, parecen no obstruir el ascenso a la dirigencia de la senadora Mónica Fernández (Morena), para el año legislativo de septiembre próximo a agosto de 2020.
Con 45 votos de senadores de Morena que apoyan a Fernández Balboa, y los de sus aliados del PT (6), PES (5) y PVEM (6), se formaría una base de 62 sufragios, a los que se agregan los del PRI (14), MC (8) y PRD (3); la cifra ascendería a 87.
Mientras, los 24 sufragios del PAN siguen en suspenso, y será hasta esta mañana cuando los panistas tomen decisiones, a la vista de la crisis política en San Lázaro.
Los senadores asignados a ocupar las tres vicepresidencias están asignados: Salomón Jara Cruz (Morena), Guadalupe Murguía (PAN) y Jorge Carlos Ramírez (PRI).
En tanto, hay 14 votos de senadores de Morena en desacuerdo con el proceso interno que condujo el coordinador del grupo, Ricardo Monreal Ávila.
El senador Martí Batres, quien este sábado concluye su periodo anual al frente de la Mesa Directiva, dijo que abrirá la sesión en la que se elegirán a los 12 integrantes de dicho órgano legislativo.
Declaró el jueves que se queda con la “victoria moral”, de una resolución de la Comisión de Honestidad y Justicia de Morena, que mandó reponer el proceso interno del que la senadora Fernández Balboa se alzó como candidata a la presidencia del Senado.
Para combatir en lo jurídico dicha “victoria moral”, Monreal Ávila y Fernández Balboa interpusieron ayer una queja en la que piden al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) la protección de sus derechos políticos.
Monreal Ávila acusa que la resolución del órgano partidista invadió los derechos de los senadores, con una resolución que no le compete; Fernández Balboa denuncia la actuación arbitraria de la Comisión de Honestidad y Justicia.
