La crisis migratoria que se vive actualmente en la frontera sur se debe a varios factores, principalmente a que la política sobre el tema está errada y extraviada desde hace varias décadas, coincidieron especialistas en derechos humanos.

Al respecto, el profesor Juan Urbano Reyes, investigador del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana, advirtió que el Instituto Nacional de Migración (INM) está rebasado, pues no puede seguir administrando la movilidad migratoria.

Urbano Reyes aseguró que urge la reestructuración del instituto, para convertirlo en la secretaría de migración y que, argumentó, tenga entre sus atribuciones el diseño de políticas de desarrollo para zonas marginadas ubicadas en nuestro país y en Centroamérica.

“Requerimos una institución flexible con margen de maniobra amplia, con una conformación no policiaca ni represiva, sino que apunte al tema de una presencia de actores vinculada al desarrollo”, puntualizó.

En entrevista con EL UNIVERSAL, mencionó que México tiene una política migratoria vacía de contenido y que lo único que va a generar es que el gobierno se empiece a apoyar en la Guardia Nacional (GN), que es una institución que no está hecha para este tema, sino para contener al crimen organizado y tareas de seguridad.

Afirmó que la alternativa es que el gobierno siga apoyándose en policías que no saben de migración, que no saben de derechos humanos, que no están experimentadas y que lo único que generan es represión.

Además, recordó que las bandas del crimen organizado “están ahí, como zopilotes, ante la indefensión de los migrantes, están buscando cómo secuestrarlos, cómo someter a trata a las mujeres, cómo robar niños.

“El mejor escenario para que el crimen organizado esté a sus anchas es un clima de inseguridad, como el que está provocando el gobierno mexicano”, dijo.

Por su parte, la doctora Alma Guadarrama, especialista en Derechos Humanos de la Universidad La Salle, calificó la postura del gobierno de México ante el fenómeno migratorio como ridícula: “Está subyugada a los intereses estadounidenses, globalizantes y de transnacionales, para seguir cerrándoles el paso a los indocumentados”.

Lo más irrisorio, mencionó Guadarrama, es que el discurso de la Cuarta Transformación de puertas abiertas y respeto a los derechos no corresponde con la realidad ni ha permeado entre los agentes migratorios y el propio INM como institución.

Afirmó que detrás del maltrato a los migrantes hay aporofobia, que es la fobia hacia los pobres, pero también xenofobia, es decir, el rechazo al extranjero.

Sin embargo, subrayó que se debe hacer entender a los agentes del INM y a las propias autoridades que los migrantes tienen derechos.

Resaltó que es indispensable cambiar la visión de que el migrante nos va a poner en riesgo o en jaque; por el contrario, puede hacer aportaciones a nuestro país y cultura.

Criticaron el papel de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos ante los atropellos y maltratos del INM y la Guardia contra los migrantes.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses