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E n una jornada senatorial que tuvo como tema central el Día Internacional de la Mujer, senadoras chocaron en el pleno con expresiones que incluso consideraron como ofensas de la mayoría de Morena a la fe religiosa y a la postura en favor de la vida y de rechazo al aborto.
La presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género, la morenista Martha Lucía Micher Camarena, con enojo rechazó “que nos digan asesinos”, por su apoyo al aborto legal, en alusión a su compañera de bancada Lilly Téllez García.
En contraste, las bancadas unieron su beneplácito en torno de la senadora decana de la 64 Legislatura, Ifigenia Martínez Hernández, cuyo nombre se impuso al Salón Protocolo de la Mesa Directiva, uno de los espacios de mayor importancia en la sede de la Cámara Alta.
A propuesta de las priistas Vanessa Rubio Márquez y Nuvia Mayorga Delgado, el Senado reconoció a Ifigenia Martínez, de quien Martí Batres destacó “su visión de la responsabilidad del Estado para construir una sociedad socialmente justa”.
Ante legisladores de las bancadas, así como de sus hijos y varios de sus nietos, la senadora Ifigenia Martínez dijo que el reconocimiento de sus pares la compromete a “poner todo mi empeño y experiencia para que todos juntos marquemos el destino de nuestro México”.
Casi cuatro horas después tuvo lugar en el Salón de Sesiones la confrontación que se avivó con los temas de religión y aborto.
Molesta, la sonorense Téllez García reprobó que en su escaño se hubiera colocado “un trapo verde [emblemático de la causa del aborto legal] y que hace que otros ciudadanos piensen que yo apoyo el aborto, cuando estoy en contra”.
En lo que fue un momento de agresión compartida, la senadora Lilly Téllez dijo que “todos los que tienen aquí un trapo verde, con la libertad de decir lo que piensan, yo también tengo derecho a rechazar este trapo verde, porque yo represento a muchas personas que creemos que el aborto es el asesinato”.
Acción Nacional se abstuvo de subir a tribuna para posicionarse sobre el dictamen que otorga el Reconocimiento Elvia Carrillo Puerto a la antropóloga y fundadora de la organización Católicas por el Derecho a Decidir, María Consuelo Mejía Piñeiro.
Patricia Mercado Castro (MC), a quien se le señaló de haber ordenado colocar los distintivos a favor del aborto legal en cada escaño, dijo que Mejía Piñeiro “ha trabajado para ir ganando sectores de la Iglesia católica” para conciliar esta creencia con estar a favor del aborto.
Jesusa Rodríguez Ramírez, de Morena, dijo: “Celebro que una mujer como María Consuelo Mejía, que además de ser católica es inteligente, cosa que no es muy común y nos parece maravillosa esta feliz concurrencia: que le estemos dando una medalla a la que ha salvado la vida de muchísimas mujeres”.
Jorge Carlos Ramírez Marín (PRI), con enfado, reaccionó: “Que alguien diga que no es compatible la inteligencia con la fe católica, me ofende y ofende a muchos católicos que ni siquiera están presentes para defenderse en este debate en el que no tendríamos que estar discutiendo de religión”.
El legislador afirmó: “La inteligencia no está peleada con la fe; la inteligencia está peleada con la necedad, y juzgar a otros sin conocerlos es resultadamente (sic) necio”.
La panista Kenia López Rabadán reclamó respeto a las senadoras católicas: “No podemos continuar trabajando en este recinto cuando se descalifica, no sólo por lo que pensamos, sino por lo que creemos”.
En ese sentido, el priista Eruviel Ávila Villegas presentó su proyecto para elevar a rango constitucional que el Estado garantice el derecho a la vida desde la concepción, y que se prohiba en el país la pena de cárcel a la mujer que aborte.