Si el día de hoy se llevara a cabo la elección de diputados federales, Morena tendría altas probabilidades de retener la mayoría absoluta de la Cámara y con sus aliados podría incluso alcanzar la mayoría calificada. Sin embargo, si en los próximos meses la coalición formada por PAN, PRI y PRD ganara terreno complicaría el escenario a la unión oficialista. Lo anterior se deriva del modelo de proyección para la Cámara de Diputados de Buendía&Márquez en primicia para EL UNIVERSAL.
En el agregado de encuestas, Morena encabeza las intenciones de voto a nivel nacional con 45%. Le siguen el PAN con 17% y el PRI con 15%. El resto de los partidos tienen 5% o menos cada uno. Si nos atenemos a la dinámica de campañas electorales previas, es difícil que algún partido pueda rebasar a Morena de aquí al día de la elección. Sin embargo, si su ventaja se reduce en los próximos meses habría consecuencias importantes para la composición de la Cámara de Diputados.
Los resultados del modelo indican que en este momento Morena tendría alrededor de 260 curules y refrendaría la mayoría absoluta de la Cámara, pero con sus aliados (PT y PVEM) la coalición que lidera podría alcanzar la mayoría calificada (343 curules). Por su parte, los partidos que conforman la coalición Va por México sumarían 147 diputados, de los cuales el PAN aporta 68, el PRI 52 y el PRD 27.
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En ambos casos, la proyección asigna a los partidos las victorias distritales de las coaliciones según el convenio de coalición que presentaron ante el INE. La coalición morenista registró 151 candidaturas conjuntas, mientras que la alianza opositora hizo lo propio en 219 distritos.
De no haber formado la coalición Juntos Hacemos Historia (JHH), Morena estaría sobrerrepresentado y se le deducirían un número importante de curules plurinominales, que se repartirían entre todos los partidos. Prácticamente todas las posiciones que esta alianza acumula en el componente de mayoría relativa se deben a los votos de Morena. Si bien sus aliados aportan poco en victorias distritales, la coalición permite a Morena transferirles curules de mayoría relativa para mantenerse debajo del tope de sobrerrepresentación.
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Sin embargo, es factible que en los próximos meses veamos cambios significativos en la proyección de la Cámara de Diputados. Hay al menos dos escenarios que pueden desencadenar dichos movimientos. El primero sería un repunte en la intención de voto de los principales partidos de oposición en detrimento de Morena. En algunos distritos, la alianza JHH gana por un margen relativamente estrecho. Esto significa que frente a pequeñas variaciones del voto esos triunfos podrían trasladarse a los partidos de la oposición. De hecho, según nuestras estimaciones, una disminución de cinco puntos porcentuales en la intención de voto por Morena le complicaría el escenario a tal grado que la probabilidad de que su coalición obtuviera la mayoría absoluta sería prácticamente igual a la de un volado.
La segunda razón para prever cambios es que en este momento algunos partidos emergentes y de nueva creación registran poco apoyo en las encuestas. Normalmente, la intención de voto de dichos partidos aumenta conforme la campaña avanza. Si alguno de estos partidos está al filo del umbral mínimo de 3%, la proyección podría cambiar abruptamente dependiendo de si consiguen los votos suficientes para acceder al reparto de diputados de representación proporcional. Por ejemplo, si los tres partidos de nueva creación consiguen sobrepasar el umbral obtendrían en conjunto 20 curules o más, pero si no consiguen superarlo esas curules podrían repartirse entre los demás partidos, beneficiando en mayor medida a los más votados.
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