El coordinador del PAN en la Cámara de Diputados, Juan Carlos Romero Hicks , advirtió que en la reforma educativa enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador presenta el riesgo de perder la rectoría del Estado en la educación lo que significaría un grave retroceso en dicha materia.

“Corremos muchos riesgos. Uno de ellos es perder la rectoría del Estado, eso sería intransitable, no podemos permitir regresar a estructuras clientelares, corruptas y corruptoras de algunas prácticas aisladas sindicales.

El ocupante de una plaza se sentía el dueño, por lo tanto, la podía heredar, vender, regalar o prestar, esto sería una regresión autoritaria y no sería una reforma educativa sino una involución educativa”, dijo.

Durante la cuarta audiencia pública para abordar la reforma que el Ejecutivo envió en diciembre pasado, el también exgobernador de Guanajuato acusó que no hacer evaluaciones de selección para primer ingreso “es regresar a la venta de plazas y a eso se le llama corrupción”.

En defensa de la iniciativa, la vicepresidenta de la Mesa Directiva, Dolores Padierna (Morena) externó que en la misma se plantea eliminar al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación ( INEE ) porque contrataban a docentes externos para realizar las evaluaciones al gremio magisterial.

“Desaparecemos al INEE porque no hacía la evaluación educativa, sino que contrataba a un conjunto de maestros externos para calificar exámenes y se le pagaba a destajo por examen calificado. Era una evaluación a todas luces que no podemos llamar profesional”, expresó.

Por su parte, Luis Humberto Fernández Fuentes, titular de la Autoridad Educativa Federal en Ciudad de México explicó que en la iniciativa “no hay ni una sola letra que no le dé al Estado rectoría de planes, programas y la operación del sistema educativo en su conjunto”.

Sobre la desaparición del INEE añadió que tomar al organismo autónomo como un contrapeso a las decisiones del gobierno “sería pecar de optimismo”, ya que con la administración anterior no sucedió así.

“Cuando se hizo la reforma constitucional (de 2013), lo primero que salió a decir el INEE fue que no tenían personal para hacer las evaluaciones, y a los tres, cuatro días ya las estaban haciendo, entonces pensar que es un contrapeso sería pecar de optimismo, por lo menos en el formato en el cual estaba”, anotó.

mpb

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