La victoria del Presidente Andrés Manuel López Obrador por 30.1 millones de votos es legítima, pero aun ese respaldo histórico no refleja uniformidad; no hay un solo México ni puede hablarse de “el pueblo”: la pluralidad es evidente en 27 entidades con gobernadores de un partido distinto y amplia diversidad de gobiernos municipales.

Por eso no hay una sociedad “donde el pueblo habla en tono uniforme, a través de un solo intérprete”, y todo intento para creerlo “está condenado a provocar nuevos conflictos o la quiebra de relaciones federales o institucionales sobre las que descansa la estabilidad política”, concluyó el Instituto de Estudios para la Transición Democrática.

El IETD , Asociación Civil integrada por catedráticos e investigadores apartidistas, entre ellos José Woldenberg , Ricardo Becerra , Julia Carabias , Rolando Cordera , Raúl Trejo Delarbre , Sergio López Ayllón , Mayte Azuela , analizó el cambio político en México este 2018 y lo ocurrido estos casi 6 meses tras la elección y emitió el documento La Construcción Política de la Confianza .

Resultado del balance, estableció el riesgo de que se utilice la mayoría como un “ talismán ” para la toma de decisiones sin diálogo, el deseo –al parecer- de escalar el conflicto, e ignorar los procedimientos democráticos forjados históricamente por considerarlos “ minucias ”.

El conjunto de eso podría debilitar a la democracia, reforzar el encono y llevar al país a escenarios no deseados de regresión, expuso.

De hecho, el Instituto alertó que decisiones como las “ consultas ” promovidas por López Obrador ya comenzaron a “socavar pilares importantes de la coexistencia democrática: tolerancia mutua, una conversación pública racional y sobre todo: la oportunidad igualitaria de participación política en procedimientos imparciales”.

Es imprescindible por ello, planteó, “escuchar a la otra parte, tomar en serio las preocupaciones del otro. Tender puentes y establecer un entramado de comunicación”, lo que han olvidado hacer la Coalición de Morena y todos los demás partidos, intelectuales y medios de comunicación.

Urge “una nueva conversación nacional” y cambiar el tono encolerizado que hay en el actual no-diálogo de la nación, llamó.

El problema es que “lo que la coalición de Morena ofrece no son certezas plenas sobre su compromiso con la Constitución y las leyes. Hay que decirlo claramente: inventar procedimientos y figuras paralegales sobre la marcha, ignorar, debilitar las normas escritas, es debilitar la democracia misma”, anotó.

En el largo análisis puso en perspectiva por qué no puede decirse que 30 millones de votos no son México , ni son sólo éstos el pueblo.

López Obrador y la coalición “Juntos haremos historia” integrada por Morena , PT y el Partido Encuentro Social (PES) tuvieron 53.19% de votos, o sea 30 millones 113 mil 483 sufragios y “uno de cada dos ciudadanos mexicanos que acudieron a las urnas” votaron por él, “su legitimidad democrática está fuera de toda duda”.

Esa Coalición ganó el tercio de ambas cámaras ( aunque se hizo de la mayoría gracias a que se sobre representó con la fórmula de postular a militantes con las siglas de sus aliados), pero fuera de eso “seis de cada diez electores reales, optaron por fuerzas distintas a la Coalición de Morena, para ambas cámaras del Congreso de la Unión”.

La Coalición de Morena ganó 4 entidades, Ciudad de México, Chiapas, Morelos, Tabasco y Veracruz y pese el declive electoral de los demás partidos, 27 estados están gobernados por fuerzas políticas distintas a López Obrador.

Pero la pluralidad es más evidente a nivel municipal, pues de los mil 598 municipios disputados en México durante 2018, 347 fueron ganados por Morena o por su Coalición el 21.7 % y el resto, 78.3 % por otros partidos.

“Este registro debería ser una de las bases de la discusión política en curso. Dicho en breve, “el pueblo” es sinónimo de pluralismo, “el pueblo” es en realidad una sociedad vasta y heterogénea.

Así, el Instituto expuso que si bien fue el hartazgo, la crisis, la alternativa de un líder fuerte lo que explica el triunfo obradorista, López Obrador no es un personaje fuera del “establishment”, ni outsider; es un político profesional, de larga trayectoria partidista, pero si Morena fracasa podría darse pie a un candidato antisistema fuera de todo orden.

Por eso “el fracaso de López Obrador no es una apuesta deseable, todo lo contrario: deberíamos contribuir a que eso no suceda, pero con la misma claridad exigimos que él y su coalición se atengan –como todos- al marco y las leyes que, justamente, posibilitaron su triunfo”.

En su análisis el Instituto establece por eso que el respeto hacia los procedimientos democráticos es decisivo y el “espejismo del mandato unívoco” o su “fusión” con el pueblo para el “remedo” de las consultas pueden causar un daño a la democracia, reforzar “el encono y la división política y social, la sensación de atropello y abuso de una corriente que lo ejecuta exhibiendo el talismán de su mayoría”.

LOS INACEPTABLES

El IETD expuso las principales acciones o propuestas que podrían hacer desandar el camino de la democracia.

Algunos de ellos, “la creación de una guardia nacional (policía militarizada) construida apresuradamente, aumento de causales para la prisión preventiva oficiosa para muchos delitos incluidos los hechos de corrupción (que contradice los avances logrados); crear un nuevo régimen de extinción de dominio (una medida extraordinaria) en condiciones que permitiría su uso político con facilidad y muy especialmente, la posibilidad de ampliar el arco de la consulta popular asociada a la renovación de mandato.

“Si esa propuesta prospera, trastocará profundamente la operación del sistema político con consecuencias graves”, aseveró.

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