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Con la presencia del ex candidato presidencial Ricardo Anaya, pero la ausencia de los gobernadores, excepto Javier Corral, y del ex presidente Felipe Calderón, los panistas reflexionaron durante nueve horas la derrota electoral de julio. Aceptaron su responsabilidad en los resultados adversos y coincidieron que de no trabajar en la unidad y en frenar los intereses de grupo y personales, Acción Nacional, está en riesgo de desfigurarse.
El líder nacional del blanquiazul, Damián Zepeda, aceptó que la dirigencia a su cargo contribuyó a que en la reciente campaña electoral el PAN no lograra la unidad y, por el contrario, la desunión tuvo un alto costo político de cara al electorado.
“Esta dirigencia nacional asume aquí frente a ustedes la alta responsabilidad que tenemos en el tema [de la unidad]. Es algo que urge corregir para tener una unidad basada en los propósitos comunes que nos mueven. Digámoslo cómo es”, afirmó.
Ante los consejeros nacionales del blanquiazul y de los gobernadores electos de Yucatán, Mauricio Vila; de Guanajuato, Diego Sinhúe, y de Puebla, Martha Erika Alonso, Zepeda Vidales sostuvo que la coalición Por México al Frente, conformada con PRD y con Movimiento Ciudadano, merece una reflexión, por lo que es válido preguntarse: “¿Si al hacer esta alianza, los panistas tradicionales, la militancia y los ciudadanos se alejaron?”.
Durante su discurso, aseveró que la insatisfacción de los ciudadanos a los gobiernos federales emanados del PAN también llevó a la derrota del 1 de julio, pues no sintieron que se haya dado “el gran cambio o transformación que esperaban”.
El líder nacional de blanquiazul señaló que otro factor que perjudicó al partido fue que “lamentablemente” algunos panistas decidieron “pactar” con el sistema; es decir, con el PRI, y no en referencia a las reformas emanadas del Pacto por México, sino a los que llevaron a cabo acciones de “concertación”, al extremo de llamar al voto por otros candidatos.
“Esto hay que decirlo con todas sus letras, hizo un terrible daño al PAN y fortaleció en el imaginario colectivo la noción del PRIAN, que con gran éxito tristemente ha logrado colocar el hoy presidente electo, Andrés Manuel López Obrador”, refirió.
Damián Zepeda dijo que es tiempo de asumir con responsabilidad un nuevo rol y salir unidos, a fin de que Acción Nacional se convierta en un “dique” frente a un eventual “autoritarismo”, revestido de medidas populistas que buscan el aplauso fácil, pero que bien pueden llevar a una concentración de poder y a una “visión mesiánica” que se creía ya estaba superada en México.
Por separado, el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, expresó un “basta de simulaciones” en la renovación de la dirigencia nacional del PAN, en donde el nuevo presidente del partido no se convierta en un “gerente” de los gobernadores, y mucho menos en un “administrador de los intereses de los grupos”.
Corral Jurado escribió en su cuenta de redes sociales que llegó la hora de que el PAN se “desprenda de las rémoras”, y de que el nuevo presidente sea un líder auténtico, honesto, que vea por el partido y México, por lo que la estrategia del blanquiazul debe estar encauzada en retomar los valores y principios que le dieron origen.
En su intervención el consejero nacional, Juan José Rodríguez Prats, refirió que los principios y la doctrina fue lo más ausente en la pasada campaña electoral, por lo que se perdió la esencia del panismo, “lo que era la bandera más importante del PAN, su doctrina, fue totalmente ignorada”.
Sobre la renovación de la dirigencia, dijo que con todo respeto, los aspirantes a la presidencia del partido, el ex gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle; el coordinador de los diputados, Marko Cortés, y el senador Jorge Luis Preciado, no tienen el perfil que necesita Acción Nacional para encabezarlo.
El ex presidente nacional del PAN Luis Felipe Bravo Mena afirmó que en el debate hubo “fuertes críticas, pero con respeto”, dado que lo que le urge al instituto político es establecer el papel que jugará ante el nuevo gobierno encabezado por la izquierda.
La consejera Mirelle Montes enfatizó que el Partido Acción Nacional debe dejar de ser un partido de “frases huecas y prefabricadas”, para así convertirse en un instituto político de transformación y bien común.
Abundó en que el PAN sólo tiene dos caminos: “Someterse” ante el gobierno de López Obrador, o ser un partido valiente y crítico sobre la realidad y sin temor al futuro.
Santiago Creel, coordinador de elección del CEN, aseveró que la dirigencia nacional fue “inhábil” en resolver los problemas del partido, e hizo un llamado a la unidad de cara a la renovación de la presidencia.
A su vez, el Consejo Nacional del PAN señaló que buscará ser útil a México también desde los gobiernos municipales y estatales que lidera.
Indicó que a nivel federal será una oposición firme, responsable y congruente ante el gobierno federal, apoyando aquello que sea correcto para México, pero rechazando aquello que afecte a los ciudadanos y sea contrario al interés general.