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El día pinta muy difícil para unos y para otros. La revocación de mandato enciende de inmediato el pleno legislativo de San Lázaro. La oposición se mantiene firme en no permitir que el presidente Andrés Manuel López Obrador vaya a la boleta en la elección federal intermedia de 2021; a la mayoría reforzada de Morena no le alcanzan los votos.
Inicia un largo debate que se prolongaría por 10 horas. En el imaginario de los líderes morenistas está la cifra mágica de 323 votos de los 484 diputados presentes para lograr la mayoría calificada y aprobar esta reforma constitucional. Al principio los números no les cuadran, no les alcanzan.
Los grupos parlamentarios suben a tribuna con pancartas. Cada fracción trae sus reclamos: Movimiento Ciudadano, entre carteles blancos, pide que la revocación de mandato sea una prerrogativa ciudadana. El PRI muestra cartelones con la imagen de Francisco I. Madero y la célebre frase: “Sufragio efectivo, no reelección”.
El PRD guarda dos lonas blancas con la frase: “Revocación sí, consultas a modo no”, es el material con el que subió a tribuna. La austeridad les ha pegado. Y el PAN aún enseña una gran lona azul que dice lo mismo y unas hojas con el hashtag #RevocaciónEsReelección. Se calienta el pleno, hace más calor.
En un rato más, el diputado Jorge Luis Preciado (PAN) corrige a los extraviados: la frase era de Porfirio Díaz, durante las elecciones presidenciales de 1872. “Pero no les quiero dar más datos, porque seguramente no los tienen muy bien informados”.
Es Tatiana Clouthier, vicecoordinadora de Morena, una de las más esperadas. Sube a tribuna y subraya: “Si esto [la revocación de mandato] lo hubiéramos tenido antes, el propio presidente Enrique Peña Nieto no hubiera llevado al país al despeñadero”. Eso lo sentencia mientras dirige su mirada a los partidos de la chiquillada, específicamente el PRI.
Ahora sube Martha Tagle, diputada federal de Movimiento Ciudadano. El diputado de Morena, Javier Hidalgo, acaba de echarle en cara que ella llegó al Senado en 2012 gracias a los votos que acarreó el entonces candidato de su partido y ahora Presidente de la República.
No tarda en responder. “Creo, diputado Hidalgo, que justamente me está dando la razón. Lo que está usted diciendo es que quieren que el presidente López Obrador esté en la boleta, justamente en las elecciones de 2021 para que voten por ustedes, porque ustedes por sí mismos no llegan a esta Cámara”.
Llega el momento de la votación. Sólo hay 16 diputados ausentes. Morena sumaba 255 votos, más los de sus aliados, 26 del PES y 27 del PT, en total tenía 308, les faltaban 15 votos. Negociaciones intensas. El PVEM les da el apoyo de sus 11 legisladores y se suman tres votos priistas, el de Fernando de las Fuentes, Martha Garay y Rubén, mientras que José Ángel Pérez y José de la Luz Sosa, de Encuentro Social, se abstienen.
Estaban a un sufragio para lograrlo, entonces siete de los experredistas, hoy sin partido, que lidera Ricardo Gallardo, se sumaron. Tenían mayoría calificada con 329 votos. Otra victoria para Morena, para el Presidente. “¡Se ve, se siente, la fuerza independiente!”, gritan los legisladores que abandonaron el perredismo hace unas semanas entre la mayoría que entona: “Es un honor estar con Obrador”.
El presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, insiste en que la secretaria Karla Yuritzi Almazán cante la mayoría calificada.
“¿Es mayoría simple o calificada, compañera? Por favor, corresponde a la secretaria”.
“Señor presidente, sí es mayoría calificada”.
Luego de más de 10 horas de discusión se da por concluida la sesión y los legisladores huyen. Con la revocación de mandato en el bolsillo, se van de puente, regresarán el próximo miércoles.