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La Cámara de Diputados despertó de un letargo y disputas tras siete días. Mientras, entre curules, el priísta Jorge Carlos Ramírez Marín se tomaba selfies previo a ser ungido presidente. En tribuna, la panista Guadalupe Murguía, quien minutos más tarde dejaría la presidencia de la Mesa Directiva, vivía un calvario de abucheos y gritos de “fuera, fuera” por parte de la bancada priísta que la obligó a salir por la puerta trasera, sin concluir la sesión.
El reloj legislativo que había sido detenido el martes, se echó a andar. Los legisladores votaron por mayoría calificada para que el PRI tomara la presidencia de la Cámara Baja.
Sin embargo, San Lázaro se convirtió en un hervidero cuando la presidenta saliente, sin consultar al pleno, permitió a su coordinador de bancada, Marko Cortés Mendoza tomar la palabra. Los priístas, sin pensarlo, se levantaron de sus curules y de inmediato se escucharon gritos al unísono de “fuera, fuera”, acompañados con pancartas que decían “PANAYA eres un canalla”.
“Orden, por favor, y respeto a quien ha solicitado el uso de la palabra”, trataba de contener la presidenta de la mesa saliente.
Las palabras del diputado Cortés Mendoza se perdían en un mar de abucheos. Se alcanzó a escuchar el reconocimiento a la capacidad de diálogo que se mostró, principalmente del coordinador de la fracción priísta, César Camacho.
De las curules priístas se levantaron los legisladores para llenar el Palacio Legislativo de gritos y silbidos que impidieron al panista ensalzar lo que ellos llamaron su victoria: echar atrás el “pase automático” del llamado fiscal carnal.
Camacho Quiroz hizo oídos sordos a los agradecimientos, mientras Cortés Mendoza consultaba a su bancada: “¿Nos salimos?”.
Entre desplantes y encabezados por Marko Cortés dejaron el pleno, las cámaras enfocaron sus lentes a la salida de los panistas, quienes levantaban el puño en son de victoria por echar abajo al fiscal carnal.
Antes, Cortés Mendoza subió a la Mesa, dio unas palmadas al hombro derecho de Murguía, cercano a Ricardo Anaya, líder del PAN, quien afirmó con la cabeza, y salió escoltado por la parte trasera.
La diputada priísta Gloria Imelda Félix Niebla tomó la conducción de la Mesa Directiva para darle paso a los nuevos nombramientos, principalmente al del ahora presidente de la Cámara Baja, Jorge Carlos Ramírez Marín, quien por la emoción no podía encender el micrófono para tomar protesta, y cuando lo hizo fue recibido con una ovación del grupo parlamentario del PRI.
En tribuna, las palabras del diputado yucateco como presidente de la Mesa Directiva se convierten en loas de agradecimiento hacia el coordinador de su grupo, el diputado César Camacho Quiroz, y evitó dar un posicionamiento más fuerte: “Pongámonos a trabajar, que eso se está esperando de nosotros”.
Martha Tamayo también interrumpió el orden del día. La priísta, ya cancelada la sesión, afirmó: “La presidenta saliente se fue por la puerta de atrás”.
Así terminó un sainete histórico. La crisis legislativa llegó a su fin con una negociación: cancelar el “pase automático” a la fiscalía general por la Mesa Directiva. Ya empezó 2018, el año electoral.