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Incertidumbre y sorpresa es la constante en los pasillos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) tras la renuncia del ministro Eduardo Medina Mora la tarde de ayer jueves.
En un recorrido hecho por EL UNIVERSAL por el edificio sede del Máximo Tribunal trabajadores aseguran que fue una sorpresa para ellos enterarse de la renuncia del también exprocurador General de la República (PGR).
“No pues para todos fue una sorpresa enterarnos de la renuncia del ministro, al principio pensábamos que era un chisme, pero ya después nos enteramos que la renuncia era oficial porque el ministro presidente (Arturo Zaldívar) confirmó que era cierto”, comenta una de las empleadas del edificio.
La oficina del todavía ministro se encuentra con la puerta abierta, dentro dos secretarias laboran en silencio como un día cualquiera.
El todavía ministro de la Suprema Corte se asoma y dice a EL UNIVERSAL que no realizará ninguna declaración. Pide a los medios de comunicación que respetaran su privacidad.
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Al ver que era videograbado y fotografiado, visiblemente molesto cerró la puerta y pidió que seguridad de la SCJN acudiera a retirar a los representantes de los medios de comunicación.
-“¡Respeten por favor!”, dijo a los reporteros quienes le solicitaron una declaración-
-“¿Podrían llamar a seguridad?”, pidió a sus dos secretarias, mientras él mismo cerraba la puerta de madera de su oficina.
Mientras, fuera del edificio, un par de manifestantes acusan a Eduardo Medina Mora de estar rodeado de ”corrupción, lavado de dinero y de violación de los derechos humanos”.
“Medina Mora representa la máxima corrupción del Poder Judicial en nuestro país, ¿por qué renunció si le faltaban más de 10 años en el cargo? El miedo no anda en burro”, comenta la activista Julia Klung.
“Se rompe el eslabón del Poder Judicial más podrido y corrupto”, “País surrealista con ministros que violan y corrompen la ley”, son las leyendas que están inscritas en cartulinas colocadas en los escalones del edificio, localizado a un lado de Palacio Nacional.
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