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El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) exhortó a los diputados federales para que en las manifestaciones que realicen en el ejercicio de sus funciones, eviten “reproducir prejuicios y estereotipos negativos” como los que se produjeron en la Cámara de Diputados durante la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación 2018.
El pasado jueves, durante la sesión en San Lázaro, un grupo de diputadas del PRI lanzaron al legislador del Movimiento Regeneración Naciona l (Morena), Mario Ariel Juárez, el polémico grito “¡eeehhh puto!”, luego que éste acusara de corrupto al coordinador de la bancada del tricolor, el mexiquense César Camacho Quiroz.
Al grito de “¡quiere llorar, quiere llorar, quiere llorar!”, las legisladoras interrumpieron la intervención del morenista, quien señalaba que durante la gestión del ex gobernador “corrupto” del Estado de México, Eruviel Ávila, según el informe de la Cuenta Pública 2016, debe rendir cuentas y aclarar el desvío de más de 3 mil 600 millones de pesos, que recibió a través de fondos y programas federales para su gestión.
En un comunicado, el Conapred, encabezado por Alexandra Haas, recordó a los legisladores que el grito de “eeeeh, puto” es una expresión de “desprecio, de rechazo y no es descripción ni expresión neutra; es una calificación negativa que estigmatiza pues homologa la condición homosexual con cobardía”.
Puntualizó que el sentido con el que se da este grito colectivo en los estadios no es inocuo, sino que refleja la “homofobia, el machismo y la misoginia que privan aún en nuestra sociedad”.
Por ello, calificó de “doblemente gravoso” que este grito “homofóbico” se traslade del estadio al Congreso de la Unión, espacio público de un sistema democrático que, por tanto, está llamado a guardar la máxima aspiración incluyente.
De esta manera, el Conapred reiteró lo señalado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) relativo a que “las violaciones al derecho a la no discriminación por el ejercicio de la libertad de expresión no pueden ser abordadas de la misma manera cuando se trata de personas servidoras públicas que de particulares”.
“Las limitaciones al derecho a la libertad de expresión deben ser mayores para las personas servidoras públicas, pues tienen la obligación de no aumentar la vulnerabilidad de los grupos o personas que se encuentran en situación de discriminación”, indicó.
Recalcó, que la CIDH, en su reciente informe sobre “Violencia Contra Personas LGBTI” manifestó su preocupación por la afirmación y utilización de estereotipos negativos y discriminatorios sobre dicho colectivo, lo cual resulta aún más preocupante cuando quienes los utilizan son personas servidoras públicas, y aún es más grave cuando lo hacen las y los legisladores federales”.
El diputado por Morena, Mario Ariel Juárez, se ha convertido en la piedra en el zapato de sus compañeros del PRI y del Verde, al grado de provocar toda la irá tricolor en su contra. El sólo hecho de que el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados en turno mencione su nombre, sirve para escuchar una rechifla y abucheos en todo el salón de plenos.
En la Cámara de Diputados, es recordado por protagonizar enfrentamientos verbales con los presidentes: Jesús Zambrano (PRD), Jorge Carlos Ramírez Marín (PRI), Javier Bolaños (PAN) y empujones y empellones con otros legisladores como Omar Bernardino (Verde) y Édgar Romo (PRI).
afcl