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Bertha Luján —chihuahuense, laborista y uno de los cuadros de la mayor confianza de Andrés Manuel López Obrador— busca ser la próxima presidenta nacional de Morena; deja claro que hoy se debe construir “una sana distancia” entre el gobierno y el partido en el poder.
Morena, dice en entrevista con EL UNIVERSAL, tampoco debe convertirse en un partido de Estado, como pasó en el país hace años, cuando el partido en el poder recibía la línea automática del gobierno. Advierte que la Cuarta Transformación no se construirá en un sexenio.
“Hay que construir la sana distancia entre partido y gobierno, cada uno con sus objetivos. Obviamente programas de gobiernos locales sí tienen la misma visión que Morena, [y] debemos apoyar donde tengamos que hacerlo, en unidad, las políticas [y] las medidas que se hacen. Morena nunca se convertirá en un partido de Estado, como pasó en el país desde hace más de 50 años que recibía la línea automática del gobierno”.
Luján, quien ha anunciado formalmente su candidatura a la presidencia de Morena, es una luchadora de izquierda de larga trayectoria que se ha concentrado en temas laborales; fue contralora del entonces Gobierno del Distrito Federal durante la administración de López Obrador y ha desempeñado diversos cargos en la dirigencia nacional morenista.
En su análisis, reconoció que Yeidckol Polevnsky, secretaria general pero en funciones de presidenta de Morena, ha hecho una labor muy buena y tiene la legitimidad si ella plantea reelegirse en el Comité Nacional: “Estará en su derecho como lo tenemos los demás, como militantes o afiliados de Morena”, dijo.
“Decidí quedarme al frente del Consejo Nacional porque creo que hace falta no sólo fortalecer las instancias del Gobierno, sino también las del partido; la Cuarta Transformación no se construirá en un sexenio, evidentemente estamos hablando de medianos y largos plazos.
“Y estoy en esa consulta, visitando algunos estados con invitaciones que tengo de afiliar a militantes, asistiendo a algunos consejos estatales de Morena, viendo el panorama [y] haciendo un sondeo para ver cómo está la opinión de la militancia, que finalmente es la que va a decidir nuestro Congreso Nacional.
“Creo que el proceso electoral interno que tenemos frente nos puede ayudar a [una] reorganización; es un llamado a la militancia en el proceso interno [para] darle legitimidad [y] que éste sea lo más democrático [y] transparente”.
Sobre las elecciones 2019, donde Morena ganó las gubernaturas de Puebla y Baja California, afirmó que si bien su partido tuvo un avance importante a pesar del abstencionismo, en otros estados faltó una mejor organización y promoción del voto.
“Aunque no hayamos alcanzado las metas que nos planteamos, avanzamos [y] no fuimos hacia atrás. Este es el análisis que haremos en nuestro próximo Consejo Nacional. El abstencionismo no sólo nos atañe como partido, pero sí debemos retomarlo porque debemos convertirnos en una organización que más allá de promover candidatos, es promover la participación ciudadana para que la democracia sea más real [y] los funcionarios que salgan de esos comicios tengan una mayor legitimidad”.
Bertha Luján reflexiona sobre los primeros seis meses del gobierno de López Obrador: “Ha sido excelente porque en seis meses ha hecho lo que ningún gobierno del pasado había hecho: agarrar el toro por los cuernos, ir paso por paso, planteando políticas para resolver los problemas del país; impulsando reformas legales que garanticen [su] seguridad.
“México tenía el [conflicto] por el robo de combustible que dio un problema de impunidad cobijado por gobiernos anteriores. O la Guardia Nacional, que implica todo un cambio de gran alcance constitucional y legal, y que no se había experimentado antes, donde veremos grandes resultados en el problema fuertísimo de la inseguridad”.
Destacó la decisión del gobierno para atender la inseguridad desde las causas que la generan, como la falta de oportunidades laborales y académicas para jóvenes, la pobreza y miseria en la que —subraya— viven muchas familias y “que provoca medidas de sobrevivencia fuera de la ley.
“La política social tiene que ver con la solución al tema de la pobreza y a la vez poner atención a los derechos humanos universales, los que tienen que existir en cada país y que le aseguren a la gente una vida digna; por lo menos [a] cuatro temas de política social: salud, educación, vivienda y alimentación”, señaló.