politica@eluniversal.com.mx
Autoridades de los gobiernos de México y Estados Unidos colocaron la primera piedra de lo que será la nueva embajada estadounidense en la Ciudad de México, la cual tendrá una extensión de 3.4 hectáreas, con un costo de 943 millones de pesos. Al concluir el proyecto —en 2022— será la sede diplomática más grande que tenga EU en el mundo.
En el evento organizado en la sede que se ubica en avenida Casa de la Moneda, colonia Irrigación, la embajadora de EU en México, Roberta Jacobson; el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, y el subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Carlos Sada, coincidieron en que el proyecto marca una nueva era para la relación bilateral.
La embajadora Jacobson celebró la relación de amistad y de diplomacia, además sostuvo que se marca el comienzo de una nueva era de la embajada de EU en México. “Y como siempre digo, somos más fuertes juntos”, agregó.
“Estados Unidos ha tenido una embajada en la Ciudad de México desde el año 1898, un testimonio de la importancia de la fuerte relación entre las dos naciones.
“Desde el año de 1964 nuestra misión ha estado en el actual edificio de Paseo de la Reforma. Cuando se construyó fue la sede diplomática estadounidense más grande del mundo y fue construida para facilitar las relaciones diplomáticas en esos tiempos”, afirmó.
Jacobson recordó que la actual sede diplomática soportó los terremotos de septiembre de 1985 y el más reciente, el año pasado.
La embajadora agradeció a las autoridades del gobierno de la República el apoyo para la construcción de la nueva sede diplomática. “Ustedes son aliados vitales en este proyecto y estamos agradecidos por el apoyo. Este edificio refleja la impor tancia y la fuerte relación que hay entre México y EU”, expresó.
A la ceremonia acudieron el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera; los empresarios Carlos Slim Helú y Carlos Slim Domit; la delegada en Miguel Hidalgo, Xóchitl Gálvez, y monseñor Ignacio Samaán, arzobispo metropolitano de la Iglesia Ortodoxa de Antioquía para México.
“Necesitamos puentes”. El encargado de la política interna de México, Alfonso Navarrete, dijo que “entre buenos vecinos, más que muros necesitamos construir buenos puentes”.
El proyecto refrenda lazos de amistad de ambas naciones, dijo.
“Hace muchas décadas dejamos de ser vecinos distantes. Hoy, en cambio, somos buenos vecinos, buenos socios y vecinos, sobre todo a lo largo de convivencia respetuosa. Pueblos y gobiernos de ambas naciones nos hemos hechos verdaderamente buenos amigos, y como en toda amistad, como en toda vecindad y como en toda sociedad, hay altas, bajas, desacuerdos, pero sobre todo acuerdos al final”, expresó.
Sostuvo que la agenda de cooperación es amplia y compleja, pero sustentada en el respeto a la soberanía de cada país.