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La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) rechazó las políticas implementadas por México y Estados Unidos en las últimas semanas y que impiden a los migrantes llegar a este segundo país para pedir asilo.
En un comunicado de prensa la CIDH señaló que las políticas migratorias de los dos países están impactando en los derechos humanos de los extranjeros que salen de su nación en busca de refugio y asilo.
“La Comisión urge a los Estados de la región a respetar y garantizar los derechos de las personas migrantes y refugiadas, así como los de los defensores de sus derechos humanos”, indicó la CIDH, al mismo tiempo que hizo énfasis en que se debe frenar la “militarización y externación de la frontera, y la criminalización de migrantes y defensores de derechos humanos”.
Informó que el gobierno estadounidense ha devuelto a México a más de 10 mil personas para que esperen allí mientras realizan sus procedimientos migratorios y de asilo; asimismo, a esta gente deben sumarse las 18 mil 778 personas que habrían esperado en algún punto fronterizo de México para realizar sus solicitudes de asilo con el país vecino.
“La Comisión observa que estas políticas son contrarias a obligaciones de en materia de derechos humanos, en particular en lo que respecta al derecho a solicitar y recibir asilo, el principio de no devolución (non-refoulement), dado que, entre otros, exponen a estas personas a numerosos riesgos, que incluyen la extorsión, el secuestro y otros actos de violencia a manos de organizaciones criminales y delincuentes comunes”, añadió la CIDH.
Añadió que una de las situaciones más críticas es la separación de niños y padres a través del programa “Quédate en México”, por el cual los menores de edad son enviados a la Oficina de Reasentamiento de Refugiados de Estados Unidos y los adultos permanecen en nuestro país.
En este sentido, al mismo tiempo que la Comisión Interamericana pidió a ambos países frenar esta práctica, reiteró que “la separación de los niños y el interrogatorio o procesamiento separado de los niños sin la presencia de sus padres o tutores es contraria a las normas y estándares del derecho internacional y al sistema interamericano de derechos humanos”.