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La cancelación del proyecto aeroportuario en Texcoco provocó que Morena y la oposición se enfrascaran, en ambas cámaras del Congreso, en un ríspido debate, en el que intercambiaron acusaciones sobre la consulta ciudadana que avaló el fin de la obra.
En el Senado, el coordinador del PAN, Damián Zepeda, fue el primero en enfilar las baterías en contra de la decisión del nuevo gobierno, al señalar que este es un golpe brutal a la democracia y a la economía de México.
En respuesta, el ex panista y ahora senador de Morena Germán Martínez Cázares inició su discurso con el grito: “Es un honor estar con Obrador”, lo que provocó el aplauso de sus compañeros y las risas de la oposición. Aseguró que la decisión del nuevo gobierno se debe a que se prima lo político sobre lo privado, sobre el interés económico.
La senadora Vanessa Rubio (PRI) lamentó la cancelación del proyecto, el cual consideró como uno de los más grandes del mundo y de Latinoamérica, porque significa la pérdida de 160 mil empleos, que hubieran llegado a ser 450 mil en operatividad máxima.
En San Lázaro, los diputados federales de la oposición se lanzaron contra la decisión.
El coordinador de la fracción del PAN, Juan Carlos Romero Hicks, aseguró que la decisión de cancelar Texcoco es “una decisión absurda y aberrante”.
El coordinador del PRI, René Juárez, respondió: “No, hombre, pero dicen que no pasa nada, que todo está en orden, que todo se va a arreglar, pues hay que rezar”.
