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La Cartilla Moral y el Código de Ética del gobierno federal no pretenden convertirse en una “nueva Santa Inquisición”, dijo el vocero de la Presidencia de la República, Jesús Ramírez Cuevas.

El funcionario señaló que hasta el momento las Iglesias evangélicas no han distribuido el documento y que habrá que analizar si es posible, dentro de la ley, que los recursos públicos, como la cartilla, puedan estar a mano de organizaciones religiosas.

Al dictar la conferencia magistral Cartilla Moral y Código de Ética ante la Respetable Gran Logia del Valle de México, Ramírez Cuevas señaló que no existe ninguna intención de “imponer” la cartilla a los mexicanos, sino generar una reflexión de hacia dónde se dirige el país y propiciar un debate público sobre la ética y la moral.

“Se ha señalado que este debate y reflexión (...) es un intento de generar un código moral, que se le va a imponer a todos los mexicanos (...) una visión del mundo o una manera de ser, que vamos a establecer una nueva Santa Inquisición [y] que quien no cumpla esos valores será juzgado. No. Todo lo contrario: la intención es formar ciudadanía, profundizar en el civismo y en la filosofía”.

Al reclamo de los masones, que demandaron la separación Iglesia-Estado, el vocero respondió que distribuir la cartilla no está acotado a grupos religiosos, sino que está abierto a que el debate se retome.

“En este llamado abierto que ha hecho el Presidente no discriminamos a nadie. Hubo una denominación eclesial que levantó la mano y dijo: ‘Yo quiero repartir cartillas morales’, [pero] no ha sucedido”, indicó.

Algunos asistentes mostraron mantas para reclamar que sea la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice) la encargada de distribuir entre sus fieles 10 mil ejemplares de la Cartilla Moral.

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