El miércoles, tres días antes de ser asesinado, Aristóteles Sandoval Díaz, exgobernador de Jalisco a los 46 años, subió un mensaje en Twitter a favor del estilo de vida sostenible, de la campaña Actúa Ahora de la ONU para combatir el cambio climático.

Hacía 53 días en que anunciaba, igual en redes sociales, su renuncia, por congruencia, al cargo de secretario de Innovación y Participación Digital del CEN del PRI, con dos puntualizaciones: seguiría en el partido en papel de crítico y agradecía la confianza del presidente del tricolor, Alejandro Moreno Cárdenas.

“No serán los de ayer los que construyan el mañana; no veo un proyecto de futuro de innovación”, dijo el jalisciense, quien ejerció la responsabilidad de gobernador del 1 de marzo de 2013 al 5 de diciembre de 2018.

Sandoval Díaz llegó al poder 90 días después del inicio del sexenio de Enrique Peña Nieto, quien con la banda presidencial cruzada al pecho y rodeado de 19 mandatarios estatales (PRI, PRD, PAN), en Palacio Nacional, se tomó una foto que ha sido llamada “La foto maldita”.

Y es que los que aparecen allí ahora están prófugos, enjuiciados, exonerados o sentenciados, en su mayoría priistas, o acusados de corrupción y vínculos con el crimen, en este caso perredistas, y, aparte de Aristóteles, aparece un hombre fallecido en un accidente aéreo en Puebla, se trata de Rafael Moreno Valle.

Antes, Peña Nieto proyectaba entusiasmo y hablaba de un PRI del que había sido militante y llevado a los cargos políticos con el emblema tricolor, y decía que se trataba del “más viejo” de los partidos (con 83 años), un gran partido, con errores, fracasos, desaciertos, y con jóvenes de la nueva generación política.

Estaba en un estudio de televisión, con periodistas, y Denisse Maerker lo apresuraba: “¿Cuáles?”. Peña Nieto citó tres, por nombre y apellido: Roberto Borge (Quintana Roo), Javier Duarte (Chihuahua), César Duarte de Ochoa (Veracruz).

Las edades de los mandatarios estatales, como la del “primer priista”, andaba en los cuarenta o menos, y ejercieron sus gubernaturas con saldos de persecución, cárcel y tejieron una bandera, la del combate a la corrupción, que llevó al poder, en 2018, a Andrés Manuel López Obrador.

Peña Nieto ha sido señalado por corrupción, en el escándalo de Odebrecht, que involucra a dos políticos de alto rango: uno es testigo protegido, Emilio Lozoya, y el otro Luis Videgaray Caso

De los gobernadores señalados por Peña Nieto, Borge Angulo acabó en la cárcel y el 15 de diciembre se acaba de casar tras las rejas. Duarte Jáquez está preso en Florida, después de andar prófugo, y se le acusa de delitos de corrupción. Duarte de Ochoa es otro preso, quien actualmente busca impugnar su sentencia por desvío de recursos y corrupción.

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