El gobierno de Donald Trump decidió poner en práctica su cambio en la política migratoria de asilo : todo aquél migrante no mexicano que solicite asilo a Estados Unidos llevará su proceso en México .
Nos dicen que la medida implicará que las autoridades mexicanas tomen mayores medidas de protección para este grupo de personas.
El gobierno mexicano, nos comentan, gritará a los cuatro vientos que la medida es totalmente unilateral pero recibirá a los migrantes extranjeros, para ofrecerles una visa humanitaria, empleo y protección , bajo el argumento de que nuestra política es de puertas abiertas.
Sin embargo, ello abre un nuevo frente en materia migratoria con el gobierno estadounidense con quien se planea un nuevo diálogo, nos dicen.