En enero de 2019 la relación entre México y Bolivia recibió un impulso, sobre todo en el ámbito político y cultural, pues los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Evo Morales no sólo comparten prioridades, también principios e ideología.
En octubre pasado ese impulso sufrió un vuelco tras las elecciones en Bolivia, las cuales concluyeron con la salida de Evo Morales rumbo a México.
Actualmente, la relación entre los dos países es tensa, así definió la embajada de México en Bolivia lo que fue el contacto diplomático entre las dos naciones durante 2019.
De acuerdo con el Informe Anual de Actividades 2019, elaborado por la embajada de México en Bolivia y que revisó la exembajadora María Teresa Mercado, el hecho de que el gobierno mexicano haya honrado su tradición de asilo político al otorgar a Evo Morales y cercanos colaboradores suyos esta figura, es lo que mantiene tensa la relación con el hoy gobierno de transición que encabeza Jeanine Áñez
“El presidente Andrés Manuel López Obrador y Evo Morales compartían prioridades, principios e ideología, lo que dio lugar a coincidencias en temas como inclusión, desarrollo social, crecimiento económico sostenible, entre otros.
“En 2019, la relación bilateral México-Bolivia recibió un impulso adicional, principalmente en el ámbito político-cultural.
“Se puede dividir en un antes y un después de las elecciones generales del 20 de octubre.
“Primero, por la parálisis generada por las protestas, y posteriormente por la tensión de los vínculos tras el otorgamiento de asilo político al presidente Evo Morales y a un importante grupo de sus exfuncionarios”, se especificó en el informe.
En el documento, de 18 páginas, se indica que el gobierno de México ofreció asilo político a Evo Morales, el cual fue aceptado y gestionado de manera inmediata. Simultáneamente, se añadió, los más cercanos funcionarios de Morales solicitaron asilo y protección ante esta representación diplomática en Bolivia, el cual también fue otorgado.
“La canciller del gobierno de transición, Karen Longaric, y la embajadora [María Teresa] Mercado han sostenido conversaciones en torno a las solicitudes de salvoconductos, con el fin de procesar el traslado de los asilados a México.
“No obstante, en medios de comunicación, la canciller ha usado la posición de México a favor de los asilados como un bastión de la posición política contra la administración del MAS (Movimiento al Socialismo, partido político en el que milita Evo Morales)”, se detalló.
Incluso se hizo mención que previo a todo el conflicto político en Bolivia, el entonces canciller boliviano, Diego Pary, se refirió a que antes de la llegada de Andrés Manuel López Obrador al gobierno de México, las dos naciones condujeron una relación distante, pero que se esperaba que cambiara.
“El hecho de que México ha hon- rado su tradición de asilo, al otorgarlo al presidente Evo Morales y a sus más cercanos colaboradores, ha tensado la relación de México con el gobierno de transición.
“Actualmente se mantienen negociaciones para el otorgamiento de salvoconductos de los asilados que se encuentran en la embajada de México”, se detalló.
Imagen en el exterior
El informe también se refiere a la imagen de México en Bolivia.
“Los sucesos violentos que se suscitan en México son ampliamente publicados en los medios de Bolivia, por lo que la actual percepción de nuestro país en materia de derechos humanos es negativa”, detalló.
Agregó que en los últimos meses del año, con la ruptura del orden constitucional en Bolivia, los medios de comunicación han destacado las declaraciones de la canciller del actual gobierno de transición en torno a la posición mexicana de otorgar asilo a los exfuncionarios del gobierno de MAS, quienes son acusados de terrorismo y sedición por parte de las nuevas autoridades, “por lo que los artículos en general no son positivos para el país.
“Una parte de la población boliviana, en específico de la ciudad de La Paz, consideran que México apoya a las autoridades que generaron inestabilidad social en el país, lo que ha motivado manifestaciones constantes frente a las instalaciones de la embajada y eventuales en la residencia oficial.
“Algunos vecinos del condominio en el que se encuentra la residencia han reaccionado de manera agresiva por la política de asilo aplicada por México”, puntualizó.