El presidente y el exmandatario Felipe Calderón Hinojosa escalaron su confrontación y cruzaron acusaciones, al señalar que han apoyado a grupos del crimen dedicados al tráfico de drogas.

Ayer en conferencia de prensa en Palacio Nacional, López Obrador afirmó que debido a los presuntos nexos con grupos criminales que tuvo Genaro García Luna cuando fue secretario de Seguridad en el sexenio de Calderón, se puede hablar de que en México hubo un narco-Estado.

Aseguró que en este periodo mandaba la delincuencia, pues, dijo, quienes tenían que combatir a los criminales estaban a su servicio, haciendo referencia a los presuntos acuerdos de García Luna con el Cártel de Sinaloa.

“Imagínense en qué situación estaba el país. Llegó a hablarse de un narco-Estado, y yo en ese entonces pensaba que no era correcto clasificarlo de esa manera, pero luego, con todo esto que está saliendo a relucir, pues sí se puede hablar de un narco-Estado.

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“Es un asunto realmente vergonzoso que [García Luna] actuara como secretario de Seguridad del gobierno y al mismo tiempo protegiera a una de las bandas del crimen organizado”, expresó.

Señaló que tiene que haber una línea divisoria entre autoridad y delincuencia, y evitar que haya contubernio entre ambas.

Horas después, en una entrevista con el periodista Joaquín López Dóriga en Radio Fórmula, Calderón rechazó que durante su gobierno haya habido un narco-Estado: “No soy el Presidente que saluda a la mamá de El Chapo, yo no liberé a ningún criminal en ninguna circunstancia, ni a los hijos ni a los sobrinos”.

Demandó que López Obrador cese la persecución política en su contra y que si tiene pruebas, pues que las presente.

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“A mí no me tiene que someter a consulta pública para ver si me juzgan o no (...) Si tiene una sola prueba contra mí que tenga validez judicial, pues que la presenten y que actúen contra mí, ¿pa’ qué se esperan? ¡Aquí me tienen a sus órdenes!”, retó.

Afirmó que fue en su sexenio cuando más de 25 criminales fueron extraditados a Estados Unidos y que, en cambio, hoy es cuando más territorio nacional está bajo control del narco.

“Como decía El Chavo del 8: ‘Todo yo, todo yo, todo yo’, todo es por Calderón, suena a chunga, pero que la gente no se confunda, [estas] son ganas de revancha política, hay que decirlo claro y fuerte: es persecución política”, dijo.

Demandó al Presidente: “Si tiene evidencias, pruebas judicializables en contra mía por haber actuado ilegalmente, que no se espere a la consulta, ¡aquí me tiene viviendo en la Ciudad de México y a sus órdenes¡”.

Advirtió: “No me parece, no acepto que se deje a consulta popular algo que debe ser decidido por las leyes y por los jueces. Si soy culpable, que se me acuse y consigne, [pero] si soy inocente, que por favor se calle la boca”.

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Calderón, quien gobernó México de 2006 a 2012, criticó a López Obrador por pretender aplicar la justicia mediante una consulta y no un proceso judicial, eso “es propio de Nerón, de esos que en el circo romano decidían la vida y la muerte de los esclavos”.

Dijo que no tiene temor, pero sí molestia, pues México se ha convertido, por las conferencias diarias, “en un país de linchamientos y paredones cotidianos”.

Las conferencias son “para calificar, estigmatizar, ridiculizar, lo mismo a periodistas que a quienes no estamos de acuerdo”.

En el fondo, consideró Calderón, el Presidente actúa así por las elecciones de 2021, por lo que el promotor de México Libre se comprometió a quitarle la mayoría a Morena en la Cámara de Diputados.

A su juicio, decir que fue narco-Estado su gobierno “es muy jaladora de nota, eso sí, porque es evidente que lo que el Presidente quiere hacer es precisamente desviar la atención de los gravísimos problemas nacionales, como los más de 60 mil muertos que van por el coronavirus”, concluyó Calderón.

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