La incertidumbre y desconfianza que generaron las primeras declaraciones de Donald Trump como presidente de Estados Unidos lograron ser ya superadas por el empresariado que ha decidido invertir en Baja California.Envuelto en una dinámica binacional que hace de la zona una de las regiones más competitivas, Baja California no ha detenido su dinámica de trabajo a pesar de amenazas por acabar con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), hacer más alto el muro que ya existe en la zona e incluso las alertas del Departamento de Estado sobre seguridad en México.
De acuerdo con cifras del Inegi, el crecimiento económico en el primer trimestre de 2017 en Baja California, fue de 2.4% siendo el sector primario (agricultura, ganadería y pesca) el que más creció.
“Mucho tiene que ver con la ubicación geográfica, estamos en la parte más norte, somos la zona más importante en toda la frontera; mucho del tránsito que vive aquí [en Tijuana] y trabaja allá [en Estados Unidos] representa un ingreso importante para la ciudad, porque sus dólares aquí se multiplican y pueden consumir más”, comentó Kurt Honold, presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Tijuana.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Honold comentó que noviembre de 2016, cuando Donald Trump fue electo presidente y comenzó a hacer declaraciones en contra de México, impactó en los inversionistas.
“Ya traían su dinero, que normalmente tienen por el crecimiento de economía de cada una de sus empresas, ya veíamos que venían, pero muchos dijeron: ‘Mejor vamos a esperar, porque no sabemos qué va a pasar’. Sí se detuvieron las inversiones, pero a los tres meses ya estaban de regreso. En Tijuana seguimos teniendo crecimiento importante de la economía gracias a inversión extranjera directa”, dijo.
El problema, señaló, fue que la gente no tenía certidumbre de qué iba a pasar con la nueva administración y, en la actualidad, se sabe que se trata de negociar y así se debe entender.
Adriana Eguía, directora ejecutiva de Desarrollo Económico e Industrial de Tijuana (Deitac), aseveró que a pesar de las especulaciones que se han dado desde que Donald Trump tomó posesión de la presidencia estadounidense y con las renegociaciones del TLCAN, el sector industrial se fortalece en la ciudad.
“Desde enero, la gente con incertidumbre sí hizo una pausa en el sentido de las inversiones de muchas de las cosas que estaban en el camino para que fueran aterrizadas en Tijuana, se pararon por completo. No cancelaciones, pero sí en espera. De enero a marzo tuvimos un trimestre muy tranquilo, cuando típicamente, un año previo, empezamos con bastante más dinamismo”, comentó.
Lo que llamó la atención de Deitac fue que el crecimiento de la ciudad se dio a través de empresas ya establecidas y no llegaron nuevas. Sin embargo, añadió Eguía, para el segundo trimestre de 2017, ya con fechas establecidas para la renegociación del TLCAN, los inversionistas han comenzado a reaccionar.
Con la renegociación del acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, añadió, sigue habiendo incertidumbre.
“Lo que nosotros estamos invitando a hacer a las empresas es que analicen su caso de manera profunda y sepan exactamente en cuánto les va a salir en caso de que el TLCAN desapareciera por completo”.
Si no hay tratado comercial, exclamó, no quiere decir que se va a caer todo lo ganado. En el caso de Tijuana, gran parte de su economía depende de lo comercial, seguido de la manufactura, la agricultura, entre otros.
Alertas
El pasado 22 de agosto, el gobierno de Estados Unidos actualizó, por primera vez en la administración Trump, la alerta de viaje que emite para sus ciudadanos que viajan o viven en México. A Baja California no le fue bien.
Kurt Honold y Adriana Eguía coinciden en que la seguridad en la entidad no está bien, pero ello no representa un alejamiento de la inversión, del turismo o de crecimiento.
“Sí tenemos un problema en Baja California, debido a que el narcotráfico sigue siendo un dolor de cabeza para el país, vemos que la estrategia de la Secretaría de Gobernación no está funcionando. Ya llevamos varios años con el mismo problema”, consideró Kurt Honold.
Añadió, sin embargo, que esas alertas de viaje hoy en día no detienen el flujo de ciudadanos que cruzan de uno y otro lado de la frontera; la inversión sigue llegando a la región y la dinámica no se detiene.
Un gran pendiente
La frontera mexicana con Estados Unidos vive la desventaja frente a Estados Unidos, de los impuestos. En 2014 se le impuso 16% de IVA, más alto que en el resto del país.
“Vemos que en el tema de política pública las decisiones se toman de manera central, por eso incidimos y somos muy persistentes en que se nos tome en cuenta”, indicó Eguía.
Kurt Honold puntualizó que uno de los pendientes es que la frontera norte del país cuente con una zona estratégica, porque sí existe desventaja. La gente, relató, llega a Tijuana y de inmediato quiere cruzar a Estados Unidos a comprar, porque encuentra las cosas más baratas.