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A 10 años del plagio que terminó con la vida de Silvia Vargas, hija de Nelson Vargas, sólo uno de los implicados ha sido sentenciado, otro de ellos fue liberado y el resto consiguió un amparo que ha retrasado la resolución en su asunto.
A mediados de 2015, un tribunal federal en el Estado de México ordenó la liberación de Isidro Solís Medina, El Chilo, supuesto integrante de Los Rojos, organización señalada como responsable del secuestro de Silvia Vargas.
El Tercer Tribunal Colegiado Penal de Toluca aprobó el proyecto realizado por el magistrado José Merced Pérez Rodríguez en el que consideró que El Chilo no tuvo un abogado cuando fue identificado por la víctima en la Cámara de Gesell.
En abril de 2016, al conocer la resolución, Nelson Vargas acusó que 60 tomos de expediente, 10 más de evidencias periodísticas, videos y demás pruebas no fueron suficientes para sentenciar a los culpables por cuestiones de burocracia.
Solís Medina había sido sentenciado a 34 años con seis meses de prisión por el delito de secuestro; sin embargo, la resolución del colegiado ordenó su liberación al establecer que debía aplicarse de manera retroactiva a su favor un criterio que opera en el Nuevo Sistema de Justicia Penal acusatorio que invalida la identificación de un acusado en la Cámara de Gesell cuando éste no cuenta con un abogado.
En noviembre de 2014, dos de los implicados consiguieron un amparo para quitar el agravante de las acusaciones del secuestro y homicidio cometido en contra de Silvia Vargas.
El Segundo Tribunal Unitario Penal en la Ciudad de México concedió la protección de la justicia federal a Cándido Ortiz González y Raúl Ortiz González, ambos señalados como presuntos responsables en el caso, con lo que ordenó ajustar sus procesos a la entonces recién creada Ley General para Prevenir y Sancionar los delitos en materia de Secuestro.
Con esto, el agravante de haber cometido el plagio “a bordo de un vehículo” fue eliminado de su acusación por privación ilegal de la libertad en la modalidad de secuestro y portación de arma de uso exclusivo del Ejército.
Si bien los Ortiz González no consiguieron su libertad mediante el amparo, la anulación del agravante podía significar la disminución de hasta 10 años de prisión en la sentencia que se dicte en el caso de Silvia Vargas, sin embargo, ésta se acumulará a las penas que se dicten en los seis y 10 secuestros de los que se les acusa.
En mayo de ese mismo año la juez Decimoséptimo de Distrito en Procesos Penales Federales del Distrito Federal condenó a 52 años con 6 meses de prisión a Martín Enríquez Monroy, El Chelas, por su participación en el secuestro de Silvia Vargas.
También le condenó al pago de una multa de 727 mil 539 pesos y a la reparación del daño en el caso de la hija de Nelson Vargas.
Según el fallo, El Chelas era el responsable de cuidar y alimentar a Silvia Vargas durante su cautiverio en la casa de seguridad ubicada en Calle Bellavista 51, colonia San Miguel Xicalco, delegación Tlalpan, en la CDMX y se le condenó por delincuencia organizada y secuestro.
La sentencia de El Chelas fue emitida en 2014, siete años después del plagio de Silvia Vargas ocurrido el 10 de septiembre de 2007. Fue el primero de los involucrados en recibir sentencia a nivel federal.
Todos ellos han sido señalados por supuestamente pertenecer a la organización de Los Rojos, a quienes se les vincula con al menos 25 secuestros en diferentes entidades.