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El colectivo feminista Bloque Negro y mujeres familiares de víctimas de violaciones a los derechos humanos salieron ayer a las calles del Centro Histórico a marchar a favor del aborto, pero no avanzaron más de dos cuadras, pues policías llegaron a replegarlas.
El contingente, conformado por unas 40 mujeres, salió a las 14:00 horas del edificio de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), tomado desde hace tres semanas.
Las manifestantes avanzaron hacia el Eje Central por República de Cuba y, al llegar al palacio postal, en la calle de Tacuba, fueron interceptadas por un grupo de 620 policías encabezado por mujeres, quienes les impidieron el paso.
“Apenas iban a cuadra y media cuando vimos que venía este grupo de ateneas, unas 50, y atrás de ellas venía otro agrupamiento de más de 50 hombres y atrás, otros dos agrupamientos de hombres”, explicó Érika Martínez, madre de una menor que fue víctima de abuso sexual.
El colectivo no tenía rumbo fijo, debido a que las calles están cerradas para impedir el acceso de Frenaaa. A su paso, algunas manifestantes alcanzaron a realizar pintas y, al verse encapsuladas, tuvieron un enfrentamiento con los uniformados. En protesta ocasionaron destrozos en una tienda de conveniencia.
“Las ateneas me agredieron, me jalaron el cabello, me ahorcaron con un pañuelo verde que llevaba en el cuello, me agarraron de los brazos, me golpearon en la cara, en las costillas”, señaló Érika en entrevista.
Durante el enfrentamiento, algunas manifestantes arrebataron los escudos y cascos de las policías que las empujaban para regresarlas a República de Cuba.
Integrantes de medios de comunicación que estaban cubriendo la marcha quedaron encapsuladas también y a una de ellas las policías la empujaron contra la pared del Museo Nacional de Arte.
Mientras tanto, en la calle de República de Cuba, algunas mujeres sacaron sillones del edificio de la CNDH para quemarlos y proteger la sede que mantienen ocupada, debido a que en su interior había madres de familia con los siete niños que habitan con las feministas, el menor de ellos tiene ocho meses de edad.
El gobierno de la Ciudad de México dijo que en los hechos supuestamente tuvieron como saldo 11 policías lesionadas, ocho de ellas fueron trasladadas al hospital por contusiones, heridas en brazos y quemaduras de primer grado.
“El Gobierno de la Ciudad de México tiene identificadas a las personas que agredieron y vandalizaron las calles del Centro Histórico con intervenciones gráficas y quemas, por lo que actuará conforme a la ley”, indicó mediante un comunicado.
De acuerdo con el gobierno capitalino, los 620 policías acudieron a “acompañar y resguardar la marcha” en la que, afirmó, había mujeres y hombres encapuchados.
“Durante la marcha se registraron múltiples actos de violencia que pusieron en peligro la integridad física de los manifestantes, medios de comunicación y ciudadanos, ya que los agresores llevaban bombas molotov que lanzaron en repetidas ocasiones contra el personal de la SSC; aparatos de descarga eléctrica prohibidos en el país y martillos con los que destrozaron el empedrado de las calles de Donceles y Allende, así como lesionaron a policías“, argumentó la administración de Claudia Sheinbaum Pardo.
Durante un recorrido realizado por EL UNIVERSAL se constató que las calles aledañas al edificio de la CNDH permanecen bloqueadas. Automóviles particulares y patrullas entran constantemente a la calle de República de Cuba y dan la vuelta, lo que las ocupantes de la sede del organismo han considerado como actos de amenaza.