Las bancadas de Morena y del PT en la Cámara Baja presentaron una iniciativa para reclasificar en la Ley General de Salud a la medicina enteógena (hongos alucinantes) y se eliminen las barreras estructurales y legales que impiden que se pueda utilizar para programas de investigación científica, uso médico, terapéutico o en ceremonias o rituales.
“Continuar perpetuando políticas de drogas que, lejos de estar basadas en evidencia científica y en armonía con los estándares mínimos en materia de derechos humanos, en realidad penalizan; son los sistemas autóctonos de salud y de conocimiento, las tecnologías indígenas y la cosmovisión que las rodea.
“Es por esta razón que la reclasificación de la medicina enteógena es únicamente el primer paso hacia la conservación de la biodiversidad, el reconocimiento de los principios de reciprocidad hacia las comunidades indígenas, el camino hacia la protección biocultural de estas especies y la reversión de un error histórico que ha lastimado nuestras propias raíces”, describen los legisladores de la 4T.
En su exposición de motivos, el diputado Armando Contreras y compañeros de Morena y del PT argumentan que tan sólo la posesión simple de cualquiera de las especies usadas de la medicina enteógena en el país constituye, bajo el Código Penal Federal, un delito grave cuyas sanciones van de cinco a 15 años de cárcel.
“Si bien es cierto que el artículo 195 bis del mismo código establece que la fiscalía no procederá penalmente en contra de las personas que posean estas sustancias, cuando por la cantidad y circunstancias del caso pueda presumirse que serán utilizados en las ceremonias, usos y costumbres de los pueblos y comunidades indígenas, así reconocidos por sus autoridades propias, esto no se ve reflejado en la práctica”, subrayan los legisladores de la 4T.
“Es menester reconocer que el uso y conocimiento de la farmacopea mexicana se ha mantenido viva durante milenios gracias a los sistemas autóctonos biosicoespirituales de salud que integran el uso de estas plantas como una parte fundamental de su relación con el mundo, con sus territorios, su cultura, sus tradiciones, y sus cosmovisiones”, dicen.
Los diputados de la 4T definen que resulta sorprendente que las plantas y hongos que contienen una enorme riqueza cultural, biológica y farmacológica y que fueron utilizadas ancestralmente por nuestros pueblos originarios y que, además, crecen de manera silvestre en el país, se encuentren actualmente catalogadas como “sustancias que constituyen un problema especialmente grave para la salud pública”.
“Es por esta razón que se propone, no la despenalización de estas especies ancestrales, sino su reclasificación hacia el numeral IV del artículo 245 de la Ley General Salud y poder eliminar finalmente las barreras estructurales y legales que impiden que puedan existir programas de investigación científica inclusiva de los saberes ancestrales”.