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En el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024, el presidente Andrés Manuel López Obrador dice que al final de su sexenio el desempleo será mínimo, mejorará el poder adquisitivo, habrá cesado la emigración al exterior y 20 millones de mexicanos habrán salido de la pobreza, que será erradicada.
Ayer, el jefe del Ejecutivo aseguró que su Plan Nacional de Desarrollo no se ajusta a los dictados de los organismos financieros internacionales o de gobiernos extranjeros, sino que es un plan propio que pone el acento en el desarrollo y bienestar del pueblo: “Es una vergüenza que durante mucho tiempo no se tuvo un [plan nacional de desarrollo] propio que recogiera los sentimientos de nuestro pueblo, que se hiciera a partir de nuestra realidad”, señaló.
Recordó que en el régimen pasado se imponía la agenda, como las llamadas reformas estructurales —la energética, laboral, fiscal y educativa—, cuando nuestros grandes y reales problemas tenían que ver sobre todo con la corrupción, la falta de desarrollo, de empleos y el bienestar del pueblo.
En el Plan Nacional de Desarrollo que entregó al Legislativo la noche del martes, el Ejecutivo define que en el último año de su administración, la emigración de mexicanos al exterior, por causas de necesidad laboral, inseguridad y la falta de perspectiva “habrá cesado”, y que los mexicanos encontrarán bienestar, trabajo y horizontes de realización personal con sus familias y en sus lugares de origen.
Agrega que se trabajará para que en 2024 el país alcance el objetivo de crear los empleos suficientes que puedan absorber la demanda de los jóvenes que se estén incorporando al mercado laboral: “Los programas de creación de empleos y de becas para los jóvenes habrán surtido su efecto y el desempleo será mínimo. La nación contará con una fuerza laboral mejor capacitada y con un mayor grado de especialización”, señala.
Proyecta que ningún joven que desee estudiar alguna licenciatura se quedará fuera de la educación superior por falta de lugares en las universidades y que ninguno va a estar condenado al desempleo, al subempleo o a la informalidad.
Detalla que en los últimos 36 años ha habido un deterioro sostenido, pero que al final de su mandato “los salarios habrán logrado una recuperación de 20% de su poder adquisitivo, el mercado interno se habrá fortalecido y habrá una mejor distribución de riqueza e ingreso: “Nadie padecerá hambre. La pobreza extrema habrá sido erradicada, no habrá individuos carentes de servicios médicos o de medicinas y los adultos mayores recibirán pensiones justas y podrán vivir sin estrecheces materiales”, detalla.
El proyecto sexenal plantea impulsar una serie de políticas sociales y económicas que saquen de la pobreza, en 2024, a 20 millones de mexicanos y a 5 millones que se encuentran en pobreza extrema.
Asegura que es prioritario diseñar e implementar una política de desarrollo integral que tenga como objetivo “detener la transmisión de la pobreza entre generaciones” y erradicar la discriminación hacia aquellos grupos cuyos derechos fundamentales han sido históricamente vulnerados.
