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Como prometieron, trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) endurecieron las protestas contra la reforma judicial y tomaron como rehenes las sedes del Poder Legislativo ante el avance en la Cámara de Diputados de las modificaciones radicales al sistema de impartición de justicia y la cerrazón para dialogar de los diputados y senadores guindas.
Ayer mostraron el músculo. Contingentes del Movimiento de Circuitos, integrado por empleados del PJF de todo el país llegaron antes de que amaneciera para bloquear las diferentes entradas al Senado de la República con el objetivo de obligar a los legisladores a sesionar en una sede alterna, tal como lo hicieron con los diputados el martes.
El bloqueo en las entradas principales a la Cámara de Diputados permaneció, pero a diferencia de otros días, en la Ciudad de México se dieron cita juzgadores de Oaxaca, Michoacán, Estado de México, Chihuahua, Jalisco, Zacatecas, Puebla, Veracruz, Hidalgo y Tlaxcala para subirle el volumen a su protesta.
“Estamos realizando gestiones para establecer una mesa de diálogo con la Junta de Coordinación Política del Senado. Ya hicimos la solicitud, se está gestionando para que las personas adecuadas vengan a recibir a una comitiva de 10 personas que representan a la base trabajadora, magistrados y jueces del PJF para que nos den la apertura de hablar con ellos.
“Estamos esperando que nos den respuesta y vamos a continuar aquí un tiempo prudente en espera de ese diálogo. En caso de que no se dé esa situación, nos estarán obligando a tomar medidas radicales”, advirtió Patricia Aguayo, vocera del Movimiento de Trabajadores del PJF a las 10 de la mañana.
La negativa de los legisladores se mantuvo y los paristas bloquearon de forma intermitente Paseo de la Reforma e Insurgentes.
“¡Cabecita de algodón, traidor de la nación!” y “¡Si Lenia leyera, aquí estuviera!”, eran las consignas que gritaban, pero no sólo el Presidente de México y la autonombrada “ministra del pueblo” fueron exhibidos por los inconformes, también las ministras Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz; el exministro Arturo Zaldívar y otros personajes de la Cuarta Transformación que impulsan el plan C de Andrés Manuel López Obrador.
Al mismo tiempo, miles de trabajadores permanecían en protesta alrededor de San Lázaro, con carteles con las consignas: “No a la reforma judicial, sí a la independencia judicial” y “Respeto a la división de poderes e independencia judicial”. Luego, decidieron partir en seis camiones hacia el centro de la Ciudad de México para sumarse al pregón de consignas.
“Seguiremos unidos y fuertes, no abandonaremos la Cámara de Diputados pero sí apoyaremos a nuestros hermanos que están en el Senado”, aseguró una manifestante.
Los juzgadores llegaron eufóricos al Monumento a la Revolución e iniciaron una caminata en la que ondearon una bandera monumental de México: “¡No nos vamos a dejar!”. De ahí partieron rumbo al Senado y a la calle de Donceles y Tacuba para intentar bloquear el ingreso de legisladores a la Casona de Xicoténcatl, utilizada de sede alterna.
“Exigimos a los senadores que no se vayan a sesionar a una sede alterna. Nosotros estamos en la mejor disposición de que entren, pero no inicien los trabajos en ninguna sede alterna. Antes pedimos que nos escuchen, que nos den la oportunidad de ese diálogo que venimos a pedirles personalmente, no queremos que se vayan a trabajar a una sede alterna. Lo podrán hacer aquí. Estamos en la mejor disposición de permitirles el acceso, pero que primero nos escuchen.
“Queremos la transparencia en ver esos tableros. Queremos saber con claridad que todos los senadores que recibieron un apoyo de cierto sector de la ciudadanía que se opone a esta reforma irracional, que todos estén presentes”, dijo Aguayo.
Los trabajadores entonaron el Himno Nacional como símbolo de resistencia y aunque los senadores no se encontraban en el recinto, los manifestantes gritaban: “¿Dónde están?, ¿dónde están?, los senadores, ¿dónde están?”, pues no perdían la esperanza de ser recibidos y escuchados.