La diabetes gestacional es cualquier grado de glucosa fuera de lo normal en una mujer embarazada, es decir, una glucosa alterada en ayunas o después de los alimentos detectada en una mujer en cualquier momento del embarazo, explicó a EL UNIVERSAL la doctora con especialidad en diabetes y metabolismo, Ana Rosa Escobedo.

“Las prevalencias globales aproximadamente son de 7%, pero en México la estadística es de 8.7% hasta 17.7%, de acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud Pública. Por eso tenemos que apostar por el diagnóstico temprano de diabetes gestacional e ir un paso más adelante educando a la población que desea ser mamá para que las condiciones sean las más adecuadas”, consideró.

La especialista detalló que este padecimiento no tiene síntomas claros, por lo que cuando la mujer que está embarazada empieza a manifestar síntomas, es porque la diabetes ya está muy descontrolada.

“Cuando ya están descontrolados (los síntomas), son los mismos que en una diabetes tipo 2 o tipo 1: La paciente orina mucho, que se llama poliuria, empieza a tener mucha sed, se llama polidipsia y empieza a perder peso”, indicó.

Los factores de riesgo son: Tener predisposición genética; condición étnica (ser mexicanas); tener sobrepeso y obesidad antes del embarazo; ser diagnosticada con ovario poliquístico, el cual, es una condición que va en conjunto con la resistencia a la insulina: “Si ya se le diagnosticó resistencia a la insulina o un estado de prediabetes, también es otro factor”, dijo la endocrinóloga por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.

La diabetes gestacional tiene complicaciones en la madre y el bebé, advierte Escobedo.

Uno de los mayores riesgos para la mujer que es diagnosticada con diabetes gestacional, es quedarse con la enfermedad por el resto de su vida, dijo.

“Si no se queda con ella, puede tener enfermedades cardiovasculares asociadas a un estado de mayor intolerancia a la glucosa después del embarazo, predisponiéndola a tener diabetes de forma más prematura. Aunque el parto salga bien, deberán de realizar un estudio para saber si no persiste la enfermedad después del embarazo”.

Las consecuencias para el bebé son lamentables, agregó la especialista. Pueden ir desde la muerte fetal o que el bebé tenga diferentes malformaciones congénitas y alteraciones cardíacas por la exposición a la glucosa en el embarazo.

“Durante las primeras etapas de su vida puede tener riesgo de padecer diabetes y obesidad. Y los riesgos que se generan alrededor del parto, aparte de la muerte, puede ser que el bebé nazca con síndrome de distrés respiratorio porque son productos de más de 4 kilos”, explicó.

Además, dijo que es un mito que el bebé nazca con diabetes, en cambio, sí puede tener predisposición a padecer diabetes durante su infancia o adolescencia, tener tejido adiposo o mayor resistencia a la insulina.

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