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El exgobernador de Veracruz y empresario Miguel Alemán Velasco pidió darle oportunidad al gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador para consolidar un proyecto de nación a largo plazo, en el que exista la justicia social.
En entrevista, consideró que se ha cometido el error de no conocer bien la historia de México, por lo cual se confunden los planes sexenales con los de país. Ante ello, solicitó dar la oportunidad a la actual administración federal de consolidar las bases para el mediano y largo plazos.
Lo anterior, “para que todos estemos de acuerdo o tengamos muy claras nuestras posiciones. Existiendo libertad y justicia no veo ningún problema.
Ayer se llevó a cabo la presentación de un documental sobre su vida, así como la inauguración de una sala conmemorativa en su honor, en la sede de la Fundación Miguel Alemán, en la Ciudad de México.
Al término del evento, el exgobernador y empresario señaló que cada seis años México tiene la oportunidad de ser mejor.
“Sólo nos falta un proyecto a largo plazo para que no haya muchos cambios de los que ya nos han hecho avanzar. Me gustaría que este país fuera justo, seguro, que no hubiera de ninguna manera preferencias por estatus político o económico y que la ley fuera pareja para todos”, señaló.
En un documental que duró seis horas, producido por la Fundación Miguel Alemán, el diplomático y quien llegó a ser presidente de Televisa, relata su vida como protagonista y testigo de la vida nacional.
“No menosprecies a nadie, porque cualquiera te da un balazo”, recuerda en el video. La frase es uno de los consejos que le dio su padre, Miguel Alemán Valdés, expresidente de México, cuando él todavía era un adolescente que no se había involucrado en la vida política.
Este es uno de los episodios de la vida del empresario y exmandatario de Veracruz que forman parte del documental Miguel Alemán Velasco, testigo y protagonista de la historia de México, elaborado a partir de 11 entrevistas que en 2008 le hizo Fausto Zapata, periodista y exvocero presidencial.
El material original tenía una duración de 11 horas; sin embargo, para que éste fuera accesible al público se editó y se presenta en dos versiones: una, comprendida en cuatro discos que tienen una extensión de seis horas, y otra más breve, de 50 minutos, la cual fue presentada ayer en la sede de la Fundación Miguel Alemán en Polanco, alcaldía Miguel Hidalgo.
Acompañado de fotografías y de videos del archivo de la familia Alemán, el exgobernador de Veracruz relata episodios de su vida como hijo del primer presidente civil luego de la Revolución Mexicana, así como de su incursión en la política nacional y como empresario.
Por ejemplo, platica aspectos de la relación cercana que sostuvo con el revolucionario argentino Ernesto Che Guevara y quienes llegaran a ser presidentes de Cuba: Fidel y Raúl Castro Ruz.
El episodio que rememora data de los años 50, cuando ambos vivían en México y todavía no encabezaban el movimiento armado que llevó a derrocar al dictador Fulgencio Batista en 1959.
“Las circunstancias se dan, no las busca uno. Teníamos una casa por donde está Perisur, me convence un amigo de que se la rentemos a unos amigos. Yo no sabía que eran los Castro Ruz. Al primero que conozco es al Che, quien se parecía un poquito a Mario Moreno Cantinflas.
“Le gustaba mucho el cine. Constantemente estaba en los estudios de cine y me los encontraba. Les daban papeles de extras y ahí estaban. Si esas películas existen, deben salir; estaban constantemente buscando sustento”, cuenta.
El empresario relata, por ejemplo, la genialidad, forma de trabajo y carácter del científico mexicano Guillermo González Camarena, quien fue el inventor de la televisión a color, y cómo fueron las primeras transmisiones de los partidos de futbol en la televisión abierta.
En esos tiempos, cuando todo era en blanco y negro, los uniformes de los equipos de futbol debían ser oscuros y claros para que los espectadores identificaran cuál club era cuál, o podría haber confusión.
“La tecnología fue avanzando hasta que González Camarena inventó la televisión a color; fue un hombre ilustre que tenía sus propios estudios”, explica.
El director de la fundación, Alejandro Carrillo, detalló que Fausto Zapata le planteó, a Miguel Alemán Velasco, en 2008, la posibilidad de realizar con él una serie de entrevistas en la que pudiera preguntarle sobre los hechos importantes de la vida nacional en los que hubiera participado a lo largo, como testigo o como protagonista.
También rememoró las visitas que hicieron los expresidentes estadounidenses Franklin D. Roosevelt a la ciudad de Monterrey, en 1943, y de Harry S. Truman, en 1947.
El material también contiene reflexiones sobre la participación de su abuelo, el general Miguel Alemán González, en las distintas etapas de la Revolución Mexicana.
Por ejemplo, en 1906 cuando se levantó contra Porfirio Díaz; en 1910, cuando peleó junto al expresidente Francisco I. Madero, así como su participación al lado del general Venustiano Carranza, en 1917, y en su muerte, en 1929, mientras luchaba para evitar la reelección de Álvaro Obregón.
Se cuenta que cuando su padre fue presidente de México tuvo que aclarar que no estaba interesado en repetir en el cargo, puesto que lo consideraba un insulto a la memoria del general Alemán González.
Como protagonista de la vida nacional narra su paso por la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de su amistad con personajes como Carlos Fuentes, Porfirio Muñoz Ledo y el exmandatario Miguel de la Madrid.
Platica sobre su incorporación a la producción de noticiarios de lo que hoy es Televisa, su ascenso hasta convertirse en director de esa empresa, periodo en el cual atestiguó las protestas estudiantiles de 1968 y entrevistó a los primeros astronautas estadounidenses.
“Mientras existan el hombre y la mujer, la política será la que regule la vida de todos”, concluye en uno de los capítulos.