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En el día de los Reyes Magos, Julián Arturo López Amozurrutia, canónigo teólogo de la Catedral Metropolitana, elevó una súplica en la que encomendó a los niños de todo el mundo “para que Dios los preserve de todo mal y abuso”.
Pidió a los fieles católicos reunidos en el recinto religioso orar por los gobernantes de todas las naciones “para que aprendan de los Reyes Magos que lo principal es amar y buscar a Dios” y rezó por los pobres, abandonados, enfermos y por todos los que se sienten solos, “para que el niño Dios los premie con una sonrisa”.
“Muros reflejan soledad”. Durante su mensaje litúrgico, el sacerdote aseguró que no existe en el mundo ser más solitario que aquel que levanta muros argumentando protección: “La ambición levanta muros que aspiran a ser protección y terminan por asfixiar a quienes están dentro de ese perímetro”, señaló.
Agregó que la única manera en la que una nación puede alcanzar la armonía y la paz es a través de la unidad y el amor fraterno: “Llamamos al amor divino, Dios quiere que estemos juntos como hermanos, con la grata compañía del amor fraterno, así alcanzaremos una verdadera paz”, destacó.
López Amozurrutia invitó a la feligresía a alejarse del egoísmo y pensar en el prójimo: “Para entender a Dios hay que detenernos en la contemplación, hay que alejarnos del egoísmo y acercarnos a la luz”.
Al término de la misa todos los niños que asistieron recibieron obsequios que los tres Reyes Magos dejaron en la catedral.