A pesar de que en México existen 28.1 millones de personas en rezago educativo, el presupuesto del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) se ha reducido 33.9% durante este gobierno.
De acuerdo con una revisión al Presupuesto de Egresos de la Federación presentado en los últimos años, en este rubro se pasó de 2 mil 272 millones 355 mil pesos en 2019, a mil 501 millones 774 mil en 2022.
“Lo que pasa es que estamos frente a un gobierno que está lleno de contradicciones, sus mentiras en la promesa de privilegiar a los más desfavorecidos, están golpeando precisamente a los más necesitados, como es el recorte que ha tenido en los últimos tres años no sólo el INEA, sino el Consejo Nacional de Fomento Educativo”, afirma Marco Fernández Martínez, coordinador de Anticorrupción y Educación de la organización civil México Evalúa, e investigador en el Tecnológico de Monterrey.
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El especialista en educación expone que en la política educativa de este sexenio existe una falta de acciones para enfrentar la crisis que derivada de la pandemia de Covid-19.
“Estamos teniendo serias afectaciones en los aprendizajes, caídas importantes en la matrícula, aumentos en el abandono escolar, caídas en la transición de los jóvenes que terminaron la secundaria y ya no terminan con sus estudios de bachillerato y no se está haciendo nada. Esto derivará en mayores problemas de desigualdad y de pobreza, que según son las preocupaciones de esta administración”, agrega a EL UNIVERSAL.
Para Fernández Martínez, los recortes que ha tenido el INEA han provocado que esta institución tenga márgenes más reducidos para atender el rezago educativo en el país.
“Si tú tienes estos recortes no tienes forma de contratar al personal, de contar con los materiales para poder trabajar. Lamentablemente, tanto el INEA como el Consejo Nacional de Fomento Educativo son casos simbólicos de un gobierno que desdeña la educación. Este gobierno que se autodenomina de transformación lo que está haciendo es ensanchar las desigualdades educativas entre la población”, explica el experto.
Académico del Instituto Michoacano de Ciencias de la Educación José María Morelos, Érik Avilés, destaca que en el marco del proceso de construcción del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2023 “es momento de exigir se revierta el adelgazamiento sistemático que ha vivido el INEA y se presupueste dignamente a favor de la atención educativa de los adultos mexicanos en rezago educativo”.
Sostiene que las tendencias en materia de indicadores educativos son “realmente preocupantes, porque son resultado del abandono institucional, la corrupción y el desdén por un segmento poblacional que es revictimizado con el adelgazamiento presupuestal, el cual responde a una visión eficientista del ejercicio del gasto público, no a la vocación de un gobierno que abraza las causas sociales en el discurso, el cual se contradice con las cifras cada vez menores que se asignan al INEA”, detalla.
Dice que el gobierno federal debe garantizar que la política de atención al rezago educativo sea integral y esté debidamente provista de recursos, “es su obligación; pero está claudicando, lo dicen las evidencias presupuestales”.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, la población en rezago educativo era de 28.1 millones de personas de 15 años o más, de los cuales 4.4 millones no sabían leer ni escribir; 8.1 millones no habían concluido la primaria, y 15.6 millones no habían terminado la secundaria.
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Destaca que de los 28.1 millones de personas de 15 años o más en situación de rezago educativo, 24.4 millones hablaban español y 3.7 millones lengua indígena; 18.7 millones vivían en zonas urbanas y 9.4 millones residían en comunidades rurales; 20.6 millones estaban en edad productiva y 7.5 millones eran mayores de 65 años; 13.5 millones tenían entre 30 y 59 años y 4.5 millones entre 15 y 29 años, mientras que 10.1 millones tenían 60 años o más.
Según el más reciente reporte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), las tres entidades federativas que cuentan con los mayores niveles de rezago educativo en su población son Chiapas, con 47.7%; Oaxaca 43.7%, y Guerrero, con 42.5%
En contraste, las que registran menor rezago educativo son la Ciudad de México, con 18.0%; Nuevo León 19.2%, y Coahuila, con 21.8%.
Creado el 31 de agosto de 1981, al Instituto Nacional para la Educación de los Adultos le corresponde coordinar los servicios educativos de alfabetización, de primaria y de secundaria para jóvenes y adultos.
Para la vocera de la organización civil Educación con Rumbo (ECR), Patricia Ganem Alarcón, el rezago educativo es “la expresión más dolorosa de un sistema educativo que no ha podido lograr convencer a los jóvenes a ingresar a la escuela o a mantenerlos dentro de los salones de clases”.
Precisa que las disminuciones presupuestales que ha tenido el INEA en estos últimos tres años evidencia “la poca preocupación que se tiene para atender a este tipo de población. Ha habido desinterés, despreocupación en el tema de la educación, porque no ayuda a la estrategia político- electoral de este gobierno y eso es una tristeza”.
Señala que programas e instituciones que son sustanciales para la educación en México deberían estar blindados para no sujetarse a los caprichos del Presidente en turno.
“Todo esto debería de quedar blindado para que programas, estrategias, presupuesto y atención a estudiantes y maestros queden protegidos, pese a cualquier tipo de administración”, refiere.
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