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A cinco días de haber acampado en la avenida Juárez del Centro Histórico de la Ciudad de México, y gracias a un amparo concedido por un juez federal, el Frente Nacional Anti-AMLO (Frenaaa) logró llegar al Zócalo para exigir la renuncia del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los manifestantes llegaron a la Plaza de la Constitución alrededor de las 14:00 horas, pero desde muy temprano ya se anticipaba que iban a lograr su objetivo: en un primer momento el presidente López Obrador aseguró en su conferencia matutina que iba a permitir el paso a los inconformes, mientras que los policías que vigilaban el plantón se retiraron del lugar.
Tras los dichos del Ejecutivo y el retiro de los cuerpos policiacos, los detractores del Mandatario que amanecieron en la avenida Juárez comenzaron a ondear sus banderas y cantaban el Himno Nacional para celebrar.
Conforme pasaron las horas, los integrantes de Frenaaa se concentraron frente al Palacio de Bellas Artes y, sin dar ningún discurso, salieron rumbo a la principal plaza del país, como lo planeaban desde el 19 de septiembre.
Según Gilberto Lozano, líder de la organización, serán alrededor de 3 mil 400 personas las que se quedarán a dormir en el Zócalo hasta el 30 de noviembre y, si el presidente López Obrador no dimite, el movimiento se podría extender más tiempo.
Asimismo, todas las personas que se encontraban en avenida Juárez se trasladarán al nuevo plantón frente a Palacio Nacional y se espera que en los próximos días llegue gente de Tamaulipas, Aguascalientes, Querétaro, Nuevo León y Chiapas.
“Habíamos retenido a mucha gente que no estaba en avenida Juárez porque la expectativa era ocupar el Zócalo, no una calle; ahora sí les daremos luz verde a todos los contingentes para que ya vengan”, dijo Lozano.
El ingreso de los manifestantes a la Plaza de la Constitución no fue sencillo: en su trayecto sobre las calles 5 de Mayo y Francisco I. Madero se encontraron con elementos policiacos que les obstruyeron el paso por momentos y algunas personas les chiflaron.
Ya en la explanada, elementos de la policía formaron una valla humana y se colocaron justo a la mitad del Zócalo para evitar el paso de los inconformes hacia Palacio Nacional.
“¡El Zócalo es de todos!”, gritó Lozano, quien agregó que por el momento aceptaban ocupar la mitad de la plaza, pero su intención es extenderse en estos días. Por la tarde, un grupo de simpatizantes del Presidente llegaron al Zócalo y los confrontaron sin que hubiera violencia. La policía se colocó entre los dos bandos.
“Tenemos una vigilancia policial un poco mayor en el Centro Histórico para poder darle protección a toda la ciudadanía y, particularmente, a quien se moviliza y a quienes están transitando”, indicó Sheinbaum Pardo.
También dijo que las divisiones en el Zócalo, por las cuales Frenaaa no se pudo acercar a Palacio Nacional, tienen el fin de dividir y proteger a las diferentes movilizaciones que se llevarán a cabo hasta del 2 de octubre.
“Para que estos manifestantes puedan estar en un lugar y los otros que vengan puedan estar en otro lugar; entonces, la división física ayuda a la Secretaría de Seguridad Ciudadana para poder evitar cualquier problema y que podamos proteger a todos”.
“Son bienvenidos”
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que los integrantes del movimiento Frenaa son bienvenidos al Zócalo porque están garantizados sus derechos, atención médica y cuidados, pero les pidió no simular y que los líderes se queden a dormir en el plantón.
“Todas las garantías y bienvenidos, pero que no simulen y se queden a dormir los dirigentes… Sería muy bueno que los patrocinadores se vengan a acampar aquí, no sólo la gente, sino los machuchones, los chipocludos, los fifís... (con) todas las garantías y cuidado”, aseguró.
En su conferencia de prensa, el Mandatario recordó que como opositor participó en muchos movimientos y se quedaba a dormir en algunos.
“Si vienen los potentados que están patrocinando ese mitin, que sepan que tanto para la gente más humilde como para ellos (habrá) atención médica, cuidado y atención”, dijo.