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El asesinato en Veracruz de Jacinto Romero Flores , así como las amenazas que recibió previamente, son evidencia del contexto de vulnerabilidad y riesgo en el que desempeñan su labor muchos periodistas en México, alertó la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH).
Al condenar el ataque a balazos contra el comunicador, en el municipio de Ixtaczoquitlán , el representante adjunto en México de la ONU-DH, Jesús Peña señaló que informar, opinar o criticar debería ser un trabajo normal en una democracia y no una actividad de riesgo.
“El asesinato de Jacinto Romero, así como las amenazas que había recibido con anterioridad, son evidencia del contexto de vulnerabilidad y riesgo en el que se ven orillados a desarrollar su labor muchos periodistas en México ", dijo.
“Informar, opinar o criticar debería ser un trabajo normal en una democracia y no una actividad de riesgo. Cuando quienes usan los micrófonos enfrentan las balas, toda la sociedad pierde” indico.
Ante ello, la ONU-DH llamó a las autoridades a investigar de manera exhaustiva el asesinato del periodista Jacinto Romero Flores de manera diligente y agotando todas las líneas de investigación relevantes, incluida la posible vinculación con su actividad periodística.
Estas investigaciones deben considerar también las amenazas previas contra el comunicador y el contexto de violencia en la zona, consideró.
“Como ha recordado su familia, ni el caso de Jacinto Romero, ni ningún otro, puede ser un simple número, una cifra más. Es necesario que haya una investigación exhaustiva que rompa con el ciclo de la impunidad, un ciclo que mata y genera temor. Esclarecer este asesinato, y todos los homicidios de periodistas que pagaron con sus vidas el haber informado, es la única manera de garantizar a familiares, amistades, colegas y a la sociedad en su conjunto que la libertad de expresión será garantizada frente a quienes creen tener el poder para decidir lo que debemos decir y lo que podemos escuchar”, concluyó el representante adjunto.
Durante 2021, la ONU-DH ha documentado los asesinatos de seis periodistas y la desaparición de otros dos, agresiones posiblemente vinculadas al ejercicio de la actividad periodística.
En tanto que en 2020, el organismo documentó siete asesinatos de periodistas que podrían estar relacionados con su actividad.
Jacinto Romero, quien colaboraba con la radiodifusora Ori Stereo, era un periodista muy conocido en su municipio y en la zona de la sierra de Zongolica, donde junto a su actividad periodística promovía acciones solidarias hacia las personas en situación de vulnerabilidad.
Según la información recibida por la ONU-DH, Romero Flores había denunciado públicamente las amenazas que sufrió en febrero de 2021 y recibió medidas preventivas por parte de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP) de Veracruz.
El 18 de agosto Jacinto Romero se desplazaba en un vehículo rotulado con la palabra prensa, para realizar sus actividades, cuando fue víctima de un ataque directo falleciendo en el lugar de los hechos.
La ONU-DH expresó sus condolencias y solidaridad con la familia, colegas y amistades de Jacinto Romero Flores.
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kl