politica@eluniversal.com.mx
Para fortalecer la libertad de expresión en México, el nuevo gobierno debe destacar el papel del periodismo como un “perro guardián de la democracia”, afirma Edison Lanza, relator Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En entrevista con EL UNIVERSAL, el periodista uruguayo asegura que México tiene que dar muchos pasos en la relación entre los gobiernos y la prensa, porque los gobernantes siempre esperan una “buena cobertura” y muchas veces la publicidad oficial ha sido un factor de premio-castigo.
Entre ellos, se debe transparentar la publicidad oficial, pero también contar con un sistema de medios más plural donde se fortalezcan las radios comunitarias, la televisión y medios públicos, pero que éstos no estén al servicio del gobierno, explica Lanza, quien acaba de participar en un seminario sobre parlamento abierto, organizado por el Inai.
¿Es de países democráticos fortalecer a los órganos de transparencia?
—Por supuesto, porque en América Latina hemos vivido una historia del secreto. En México se ha liberado mucho más información.
¿Cuál es la situación de la libertad de expresión en México?
—Es uno de los países que no está en guerra y es el más peligroso para ejercer el periodismo. No podemos decir que la situación sea buena.
¿Pero existen avances?
—Obviamente existen avances. Hay un periodismo vibrante, pero hace falta mayor pluralismo y diversidad. México tiene que dar muchos pasos en la relación entre los gobiernos y la prensa, porque los gobernantes siempre esperan una buena cobertura y muchos veces la publicidad oficial ha sido un factor de premio-castigo.
¿A qué pasos se refiere?
—Hay que respetar la independencia de cada quien y que se distingan los temas de interés público. Así como un sistema de medios más plural, fortalecer las radios comunitarias, la televisión pública, que no estén al servicio del gobierno. Eso ayuda a dar oxígeno a la democracia.
En ese contexto, ¿cuál es el papel de la prensa?
—La prensa en un país democrático debe jugar un rol de investigación, de independencia, de crítica.
¿Qué más encontraron en su visita?
—Que el mecanismo de protección a periodistas está funcionado, con más de 500 periodistas protegidos. Ha sido una política que comienza a rendir frutos.
¿Cuál es el principal riesgo en México?
—México ha avanzado muy poco en materia de investigación de crímenes contra periodistas.
¿Que expectativa hay del gobierno de Andrés Manuel López Obrador?
—Con el relator de las Naciones Unidas realizamos una hoja de ruta, si México quiere avanzar y fortalecer la libertad de expresión.
¿Cuál es esa ruta?
—Más recursos, más profesionales y más transparencia para el mecanismo de protección; más recursos y capacidad de actuación para la fiscalía especializada contra los crímenes contra periodistas, legislar en materia de publicidad oficial. Otra recomendación es destacar el papel del periodismo como perro guardián de la democracia.
La Cámara de Diputados aprobó una reforma en la Secretaría de Gobernación; será la encargada de proveer el servicio de radiodifusión pública, ¿cuáles son los riesgos?
—No he tenido la oportunidad de ver el proyecto, pero los estándares internacionales son muy claros: los medios públicos tienen que tener independencia del gobierno, deben tener garantías de que no responderán al gobierno en turno y para que estén al servicio del interés público hay que tener garantías en el diseño institucional, presupuesto y autonomía de gestión.
¿Cuáles es su opinión de que la Corte declaró inconstitucional la Ley de Seguridad Interior que fue impugnada por el Inai?
—Me alegro de que la Corte nos haya dado la razón, porque establecía que el acceso a la información sobre temas de seguridad pasaban a la discrecionalidad de las Fuerzas Armadas.
