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Óscar Nava Valencia, alias El Lobo, vivió de cerca la guerra que se desató entre los cárteles de Los Beltrán Leyva y De Sinaloa.
Nava, líder de la organización conocida como Los Valencia o Cártel del Milenio, se alió con los Beltrán Leyva cuando este clan aún trabajaba con el de Joaquín El Chapo Guzmán.
El Lobo llegó hasta ellos gracias a su estrecha colaboración con Nacho Coronel Villarreal, uno de los máximos jefes del Cártel de Sinaloa muerto en 2010 durante un tiroteo con el Ejército en Zapopan, Jalisco.
El Cártel del Milenio comenzó a operar a inicios de los años 90 en los municipios entre Jalisco y Michoacán, y tenía una amplia red de distribución de cocaína a Estados Unidos, según información del gobierno mexicano.
El Lobo y su hermano Juan, El Tigre, se encargaban de la planeación y el traslado de cargamentos de cocaína desde Centro y Sudamérica a través de embarques que tenían como destino el puerto de Manzanillo, Colima, desde donde la droga era transportada y custodiada a la frontera con EU. Sus principales centros de operaciones eran Jalisco y Colima, pero su presencia se extendía a Michoacán y el Distrito Federal [hoy Ciudad de México].
Cuando rompieron el Cártel de Sinaloa y el de Los Beltrán Leyva, el Cártel del Milenio mantuvo su apoyo a El Chapo, lo que lo convirtió en blanco de los Beltrán.
El 28 de octubre de 2009 un pitazo permitió al Ejército capturar a El Lobo en Guadalajara. Fue extraditado en 2011 a EU por asociación delictuosa y delitos contra la salud en la Corte Federal del Distrito Sur de Texas. En específico, se le señaló por intento de contrabando a EU de más de tres toneladas de cocaína procedentes de Panamá. En 2014 fue sentenciado a 25 años de prisión y al pago de una multa de 5 mil dólares, pero su colaboración con la justicia le valió en 2019 una reducción de pena a 16.5 años.
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