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Juan Iván Peña, coordinador nacional de la asociación civil Redes Sociales Progresistas, aseguró que el procedimiento para convertirse en partido político va muy bien, y reconoció a la maestra Elba Esther Gordillo como una asesora permanente en la organización que jugará el papel que ella quiera por ser una figura política tan importante.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el coordinador dijo que Gordillo Morales no está construyendo un partido político con fines de naturaleza perversa. Definió la ruta que está trazando Redes Sociales Progresistas: ir por la clase media mexicana y por los electores que se quedaron sin opciones, pues “el PRI y el PAN prácticamente han desaparecido”.
En una charla desde su oficina en la zona de Polanco, Peña adelantó que, en caso de convertirse en partido político, no harán alianzas electorales con ningún otro instituto, y señaló: “Dios nos libre de convertirnos en el Partido Verde de Morena”.
Explicó que el presidente Andrés Manuel López Obrador jugará el papel que él quiera en Redes Sociales Progresistas, y precisó que quieren presentarle un espectro distinto a las fuerzas que lo llevaron al poder, y para ello se están acercando al empresariado, a la clase media y llevando propuestas al norte y al bajío del país.
Rechazó que se estén “colgando” de la imagen del Presidente, pero sí quieren generar una base social que no existe en la Cuarta Transformación.
¿Cómo va Redes Sociales Progresistas con su conformación como partido político?
—Muy bien. Hasta el momento llevamos cuatro asambleas con un componente relativamente sencillo y altamente plural. Tenemos éxito en donde nunca antes un organismo de centro-izquierda lo había tenido, como en Nuevo León, [estado en el que] reunimos a 10 mil y en el que el INE fue rebasado en sus capacidades. En Durango demostramos lo mismo, así como en Chiapas y Campeche. Este fin de semana vamos a Hidalgo.
¿Cuántas asambleas debe tener?
—Legalmente, 20, aunque tenemos programadas 25, pero probablemente sean 30, porque todos los comités estatales buscan tener una asamblea.
Para noviembre habremos de concluir una convención nacional y registrar a 300 mil afiliados —en este momento tenemos cerca de 120 mil—. Nosotros creemos que cumpliremos con todos los requisitos que el INE ha exigido para poder ser partido en enero de 2020.
¿Qué los ha hecho tan exitosos?
—Que somos una organización no ideológica, sino programática, para la clase media. Queremos que el Poder Judicial completo sea electo y exigiremos que no haya dinero público en los partidos. No queremos diputaciones plurinominales y vamos por una redistritación, porque la actual responde a la lógica del PRI. Además buscamos un consejo de Estado del que salgan los integrantes del gabinete para Presidente y gobernadores.
¿El rostro de López Obrador sigue siendo su imagen?
—Es la imagen que la asociación civil tiene y la que usaron en la campaña de López Obrador, pero justamente lo que queremos evitar es que se diga que nos estamos colgando de la figura del Presidente. Por otro lado, nosotros sí lo respaldamos. El apoyo a la Cuarta Trasformación es organizativo, conceptual y de fondo; queremos apelar a un universo distinto, actuar en la clase media y generar una base social a la Cuarta Transformación, porque no la tiene.
¿Qué papel va a jugar Andrés Manuel en esta organización?
—El que él decida. Para nosotros, Andrés Manuel es el jefe de Estado, un personaje que nos ha convocado y en el que creemos. Deseamos presentarle un espectro distinto de las fuerzas del entorno que lo llevaron al poder, acercarnos al empresariado, construir una Cuarta Transformación desde la clase media y llevar propuestas al norte y al bajío.
¿Qué decirle a quienes comentan que Redes Progresistas será el Partido Verde de Morena?
—Pues que no nos parecemos en nada. Si estudian nuestras propuestas, se darán cuenta de que a nosotros nos importan la seguridad, la propiedad privada, el desarrollo y la economía; tenemos un programa sólido, analizado y una propuesta muy clara de lo que somos. El Partido Verde [en cambio] está muy alejado de la lógica de “los verdes” a nivel internacional. Es, por ejemplo, el único partido que ha exigido la pena de muerte en México, y no tenemos nada que ver con eso. Dios nos libre.
¿No se convertirán en el nuevo Partido Nueva Alianza?
—René Fujiwara y Fernando González, nieto y yerno de la maestra Elba Esther, son fundadores de [esa] organización, y nos sentimos muy orgullosos de ellos —en lo personal, tengo un profundo respeto por la maestra, creo que es la figura política más importante de México en los últimos tiempos—; sin embargo, Gordillo Morales no es su militante. Nueva Alianza era un partido y se convirtió en un proyecto gremial, no nació con esa idea, nunca se quiso que fuera eso, pero terminó subordinado a un sindicato de docentes que ahora está en un proceso interno muy complejo con el que nosotros no tenemos ninguna relación. No hay vínculo con el SNTE. Los profesores militan en Redes Sociales, y son muchos los que ayudaron al lopezobradorismo y están de alguna manera relacionados con el liderazgo moral de Elba Esther, pero bajo ninguna circunstancia suponen que este partido será uno que tenga que ver con posiciones gremiales.
¿Qué papel jugará Elba Esther en esta organización?
—La maestra va a jugar el papel que ella quiera. Figuras políticas de ese tamaño son difíciles de saber cómo administrar. Ella es una mujer con muchísimas redes de comunicación y nosotros le tenemos mucho respeto. Yo no la veo construyendo un partido con fines políticos de naturaleza perversa, [porque] yo creo que todos estamos tratando de que el país funcione. La alianza en la que estamos con López Obrador es de progreso, [entonces] lo que buscamos es que la gente que se quedó sin opciones —ya que el PRI y el PAN prácticamente han desaparecido— encuentre una [alternativa] en nuestra organización.
¿La maestra no está detrás de Redes Sociales?
—Es una asesora permanente. Le consultamos muchas cosas que ella entiende [mejor] que nosotros. A veces nos fortalece con criterios y la discusión se pone sabrosa, pero no es la dirigente; no tiene ni el interés político para hacerlo. Sin embargo, recordemos que fue protagonista de muchas organizaciones: Grupo San Ángel, la división del PRI, la fractura con Madrazo. [Ese protagonismo] es lo que Redes Sociales reclama para sí, porque la maestra es figura de influencia.
¿Ustedes van a tener su propia personalidad?
—Nosotros no queremos alianzas. Somos un partido con vocación de poder que quiere gobernar México —y vamos a gobernarlo—. En los estados en los que participamos buscamos gente que tenga viabilidad de gobierno. De hecho, ya gobernamos sin tener registro, porque tenemos un programa que va a salvar al país, y queremos atenernos a él, porque si no aprovechamos a López Obrador, que es la última posibilidad de estabilidad social, lo que viene puede ser muy caótico.
Se aprobó ya la nueva reforma educativa. ¿Qué les parece?
—Quedó muy bien. El Presidente borró esa extraña posición neoliberal de convertir a los profesores en cualquier cosa; se reivindica el normalismo, porque el normalizarte es atender a niños. La reforma decía que un abogado o un ingeniero podía dar clases, y eso es falso, porque lo que se necesita para estar al frente de un grupo es mucho más que una capacitación técnica: tiene que formar, no sólo informar. Ahora va a poder haber un diálogo educativo.