Más Información
Migrantes de otras nacionalidades deben de ser repatriados a sus países, no a México: Sheinbaum; “no los vamos a dejar solos”, dice
Salinas Pliego y el peculiar regalo de Navidad que le pidió a Santa Claus; "lo demás me lo puedo comprar yo"
Trump declarará a cárteles como organizaciones terroristas; "fui muy duro con México, hablé con la nueva presidenta"
Con la firmeza de siempre, la senadora Claudia Edith Anaya Mota (PRI) afirma que “no hay imposibles para las mujeres, pues podemos ser gobernadoras, presidentas de la República, lo que queramos, mientras nos preparemos para ello”, y en ese sentido avanza como precandidata en el proceso interno del PRI en Zacatecas y de la coalición con PAN y PRD por la candidatura a la gubernatura.
“Las mujeres tenemos todas las capacidades y qué bueno que se va abriendo brecha, que los tiempos cambian y se va dejando atrás la discriminación participativa en materia política”, que no incluía la posibilidad de gobernar su estado o el país, expresa.
Recorre Zacatecas y lleva a cabo reuniones con militantes, ante quienes se presenta y les dice que tiene experiencia para gobernar, y ha aprendido a darse cuenta de cuándo se mueven las estructuras gubernamentales para influir en elecciones. “Pareciera que habrá intervención de la Federación, y eso genera condiciones de inequidad”, advierte.
—¿De qué se trata el recorrido que hace por el estado?
—De presentarme, hablarles de quién soy, de mi trayectoria política, 19 años de servicio público, con una carrera intachable, de que soy producto de la cultura del esfuerzo y del trabajo.
¿Cómo siente al PRI y a los otros partidos con el perfil de usted?
—Creo que bien. El partido [PRI], PAN y PRD así lo han manifestado; a las dirigencias nacionales y estatales les gusta mi perfil, que se abran espacios de participación política en igualdad de circunstancias para las mujeres. Les gusta también la trayectoria política que tengo. Ellos han expresado que soy un perfil calificado para el encargo, se han referido en muchas ocasiones a la honestidad que siempre ha rodeado mi carrera política. Eso convence para ir juntos.
Zacatecas ya tuvo gobernadora. La sociedad, ¿cómo ve la posibilidad de que haya gobernadora otra vez?
—En el periodo 2004-2010 ya tuvimos nuestra primera mujer gobernadora, Amalia García, por el PRD. En esta ocasión el PRD vuelve a postular mujer en la coalición, para PRI y PAN es la primera vez que postulan una candidatura a la gubernatura.
Entiendo que las mujeres somos igualmente capaces e inteligentes y que podemos dedicar también todo nuestro tiempo, así como esfuerzo a la construcción de la gobernanza.
¿No tiene nada qué ocultar?
—Soy una persona que nada tiene que ocultar en su carrera de servicio público. Tengo 19 años trabajando para la gente en Zacatecas. He recolectado experiencia que pongo a disposición de militantes y simpatizantes para que me permitan abanderar esta candidatura.
Por su paso por el Senado y como diputada, ¿qué capacidades puede desplegar?
—Conozco perfectamente las instituciones de este país, la legis-lación vigente, porque en los últimos 10 años he sido legisladora; conozco muy bien el andamiaje institucional, cómo está construido, cómo está engranado.
Creo que es mucho el crecimiento que tuve en el Senado de la República, [siendo parte de] comisiones muy importantes como Justicia, Gobernación, Seguridad Pública, Economía, Hacienda, Ciencia y Tecnología.
De niña, joven, siendo mujer, ¿veía inalcanzable ser gobernadora de Zacatecas?
—No. La historia de Zacatecas, de 2004 a la fecha, nos habla de que no hay imposibles para las mujeres. Podemos ser gobernadoras, presidentas de la República, lo que queramos ser y mientras nos preparemos para ello lo podemos alcanzar.
El destino de ninguna mujer debe estar condenado al ámbito de lo público o a sólo tener alguna diputación, alguna senaduría, sin aspirar a tener la posibilidad de gobernar su estado o el país.
Las mujeres tenemos todas las capacidades y qué bueno que se va abriendo brecha y que hay muchas mujeres aspirando en los diferentes estados para ocupar la primera magistratura de cada entidad, y esto nos da la pauta de que los tiempos están cambiando y que ya se va dejando atrás esa discriminación participativa en materia política que se tenía para las mujeres y que se tuvo durante muchos años.