Sabías que además del , y , el paludismo es una enfermedad que se transmite por la que provoca ataques de fiebre muy alta que pueden derivar en la muerte.

En el marco del Día del Paludismo en las Américas, Erika Rodríguez Reyes, coordinadora de Programas Médicos adscrita a la División de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedades Transmisibles, invitó a los mexicanos a usar ropa de manga larga, colocar mosquiteros en ventanas y puertas, así como fumigar casas, bodegas y patios con insecticidas de larga duración para eliminar al mosquito vector que transmite esta enfermedad y así prevenir el contagio, sobre todo en temporada de lluvias.

El paludismo se contagia por la picadura del mosquito hembra, del género Anophele, en el ser humano los parásitos se multiplican en el hígado y después infectan los glóbulos rojos, explicó la especialista.

De acuerdo con el Sistema Nacional de Salud, en México esta afección está presente en entidades como Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo y Tabasco en el sursureste y Chihuahua, Durango, Jalisco, Nayarit, Sinaloa y Sonora en el noroeste. Sólo el estado de Tlaxcala ha recibido la certificación como entidad libre de transmisión.

Los síntomas de paludismo son fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, náuseas, vómito, dolor y fatiga muscular, sin embargo algunas personas pueden presentar sudoración, dolor abdominal, en el pecho y tos, si estos no se tratan en las primeras 24 horas, la infección puede agravarse.

En los menores de edad se puede presentar anemia, sufrimiento respiratorio que se asocia con el paludismo cerebral. En los adultos también ocurren afectaciones multiorgánicas.

Para que un médico pueda establecer el diagnóstico de paludismo se debe realizar en el paciente un examen microscópico de gota gruesa de sangre. Al detectar un caso de la enfermedad es necesario tomar muestras de las personas que conviven con el enfermo, aún si no presentan síntomas.

El tratamiento contra el paludismo consiste en una combinación de dos medicamentos, la cloroquina que elimina las formas sanguíneas del P. vivax y del P. falciparum, excepto los gametocitos y la primaquina, que no se debe administrar en menores de seis meses de edad, mujeres embarazadas y madres en periodo de lactancia, porque sus efectos son adversos en hígado.

La población más vulnerable de contraer esta infección son los lactantes, niños menores de cinco años, mujeres embarazadas y pacientes con VIH/Sida, así como los migrantes no inmunes de zonas endémicas, viajeros y grupos de población itinerante.

rmlgv

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