Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), consiguió un amparo para que un juez de Control analice si su casa ubicada en la colonia Lomas de Bezares debe quedar asegurada por la Fiscalía General de la República (FGR) o debe ser devuelta a su propietario.
El juez Octavo de Distrito de Amparo en materia penal en la Ciudad de México concedió la protección constitucional al exfuncionario vinculado a proceso por asociación delictuosa y lavado de dinero, para que la FGR deje insubsistente el aseguramiento de la residencia que Lozoya compró por más de 30 millones de pesos.
Sin embargo, esto no significa que el inmueble le será devuelto, sino que el juez de Control del Centro de Justicia Penal Federal con sede en el Reclusorio Norte debe analizar si procede legalmente la solicitud de la FGR de mantener asegurada la casa.
“Deje insubsistente la determinación donde ordenó el aseguramiento del bien inmueble”, ordenó el juzgador. “Deberá poner a disposición del juez de Control que corresponda el bien inmueble asegurado, para que determine lo que en derecho corresponda en relación con el mismo, previa solicitud de la autoridad ministerial”.
Si la fiscalía no impugna la sentencia, en las próximas semanas deberá dejar sin efectos el aseguramiento y solicitarlo al juez de Control para que tome una decisión.
Debido a que la sentencia fue notificada ayer, la FGR puede tramitar recurso de revisión para que un tribunal colegiado sea el que resuelva.
Mientras el inmueble permanece asegurado por la FGR, su administración está a cargo del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep) y si, eventualmente, Lozoya es condenado, la casa puede convertirse en propiedad de esta institución.
El inmueble fue asegurado el 28 de mayo de 2019 en la carpeta FED/SEIDF/UNAI-CDMX/000-289/2019 y aunque mediante un amparo se ordenó dejar insubsistente la medida para volver a estudiar la petición de la FGR, eliminando diversos vicios procedimentales, el 22 de septiembre de este año la fiscalía volvió a decretarla.
De acuerdo con las investigaciones de la fiscalía, la casa fue adquirida con dinero de sobornos que Lozoya recibió por parte de Alonso Ancira, dueño de la empresa Altos Hornos de México, S.A. de C.V.
Dichos sobornos tenían como objeto que Lozoya favoreciera a dicha firma para que Pemex ejecutara la adquisición de la planta de fertilizantes Agro Nitrogenados a un sobreprecio de 200 millones de dólares.
